En 36 años de trabajo ha tenido tiempo de atender a dos generaciones de nigraneses. Y lo ha hecho con tanto cariño que sus pacientes, padres e hijos, han querido agradecérselo con un homenaje sorpresa en forma de flashmob navideño. Decenas de familias y compañeros se plantaron ayer en la sala de espera de la consulta en el centro de salud de A Xunqueira para cantarle un villancico. Teresa Valls, la pediatra veterana de la comarca de O Val Miñor, se jubila en febrero y se va con "el gran orgullo" de haber cosechado "el cariño de la gente". "He disfrutado mucho con este trabajo, cuidando la salud de los niños", recalcaba ayer en su consulta tras el emotivo acto.

"¡Os quiero a todos muchísimo! Me voy porque me tengo que ir, pero ahora os veré paseando en la playa", dijo emocionada ante el regalo de Navidad que le tenían preparado sus colegas del ambulatorio. Todos ellos querían agradecerle "el compañerismo y profesionalidad" de todos estos años. "Es una gran amante de la música, de hecho dirige el coro amateur que tenemos en el centro de salud, y aprovechando que los niños están de vacaciones, se nos ocurrió esta idea con la ayuda de las familias", explicaban tras la actuación.

Teresa Valls llegó a Nigrán en 1981, con su especialidad en pediatría recién terminada en Barcelona, su ciudad natal, y mucha ilusión por trabajar. La misma que todavía mantiene cada día al abrir las puertas de su consulta para atender a los 1.250 niños que integran su cartera de pacientes. Reconoce que, al principio, le costó un poco adaptarse. "Venía de una gran urbe y esto era un pueblo pequeño... Soy catalana pero ahora no hay quien me mueva de Galicia. Me voy a jubilar y aquí me quedaré. Para mí, Nigrán es el mejor sitio del mundo", asegura.

Sus más de tres décadas de profesión son fiel reflejo de la "historia de la atención primaria pediátrica de Galicia que afortunadamente, ha evolucionado mucho", afirmaba ayer. Comenzó en Panxón, en un "curruncho con una mesa y dos sillas, una foto del Rey y una taquilla para poner la bata". "Tuvimos que luchar mucho para conseguir mejoras, pero hoy disponemos de avances que nos permitieron optimizar la atención y erradicar patologías. Cuando empecé, había muchos casos de meningitis, deshidratación, desnutrición... Hoy disponemos de recursos y profesionales para ofrecer una buena atención", recalca.

No solo se ha implicado en la atención a los pequeños, sino también en la mejora de las condiciones de trabajo de su sector. Forma residentes desde hace diez años y ha presidido la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria (Agapap). Desde esa faceta, se ha encontrado con problemas como el que actualmente afecta a los servicios de pediatría gallegos: la falta de pediatras. "Hemos hecho un estudio y sabemos que no se crean plazas suficientes", recalca. No es que no se formen pediatras, como afirma la Administración, a juicio de la doctora. Según los datos que maneja, "en la próxima década, se va a jubilar en Galicia el 45% de la plantilla de pediatras de atención primaria y no hay relevo. Trabajamos mucho para que se creen plazas y se reorganicen las consultas de forma eficiente". "Con las plazas existentes -de un pediatra por cada mil niños, aproximadamente-, se puede ofrecer una atención aceptable", indica. Eso sí, "hay que cubrirlas con especialistas en pediatría, no con médicos de atención primaria general, y debemos educar a las familias para que acudan a las consultas de forma racional, no por cualquier cosa". añade.

Ha trabajado mucho en esa línea y dejará la tarea a "a gente más joven que también hará muchas cosas". Se retira con "el corazón dividido" porque siente "mucho cariño" por las familias que ha atendido a lo largo de todos estos años, pero ahora también quiere "hacer otras cosas" . Destaca el homenaje como "la mejor anécdota" de toda su carrera. "Ha sido un momento único que me quedará dentro para siempre", repetía ayer.