Soutomaior se prepara para luchar contra la avispa asiática. El gobierno local ha puesto en marcha un plan para la contención de este insecto invasor con el que busca contener la expansión de la velutina. Para ello han iniciado la colocación de sesenta trampas con las que se capturarán de ejemplares, con el objetivo puesto sobre todo en las reinas. Además, y como medida para eliminar los nidos actuales, el Concello tiene planeado adquirir una pértiga y dos nuevos trajes de protección especiales para los técnicos municipales que retiren los enjambres.

"Las trampas contienen una mezcla de etanol con extracto de frutas, que llama la atención de la avispa reina y la atrae para que quede atrapada en su interior", explica el edil de Medio Ambiente, Ramón Fernández, quien deja claro que este producto utilizado en las trampas químicas "no es tóxico".

Fernández destaca que se ha elegido esta época "porque es la época del año en la que la avispa asiática comienza a crear sus nidos". Por este motivo, las trampas permanecerán instaladas durante varias semanas, "realizando una revisión periódica de las mismas", añadió el concejal, que apuntó que en el pasado ejercicio no hubo un número destacado de avisos de localización de nidos comparado con otros municipios de la zona, "por lo que debemos poner las medidas necesarias para evitar que el número de nidos aumente".

Los lugares escogidos para colocar las trampas han sido zonas periféricas próximas al casco urbano, puntos próximos al río Verdugo, lugares donde el pasado año aparecieron nidos de avispa asiática y zonas de especial protección para la población por la gran afluencia de niños pequeños o personas de edad avanzada, como el entorno del puerto o el Multiusos de Arcade.

Este insecto invasor causa importantes estragos en el medio ambiente al exterminar a las abejas autóctonas. "El departamento de Medio Ambiente se ha instruido en los últimos años sobre la problemática y sobre cual es la mejor forma de combatirla", apuntó Fernández, que señala que "en general se hacen trampeos en primavera para capturar reinas, lo que evita el desarrollo de los nidos, y cuando la intensidad de ataque a las colmenas es alta, durante agosto y septiembre, se lucha contra las obreras. Una sola avispa puede capturar entre 25 y cincuenta abejas al día y de ahí la gran amenaza que representan".