Cinco instalaciones defectuosas que cuestan 50.000 euros al año al Ayuntamiento

Las cinco depuradoras que operan en el municipio de Oia -a la de Viladesuso se suman otras tres en Punta Orelludas (Pedornes) y otra en Mougás- no solo funcionan mal desde su puesta en marcha, sino que vapulean las arcas municipales. Su consumo eléctrico supuso inicialmente 100.000 euros anuales al Concello, aunque el gasto se ha reducido a la mitad, unos 50.000, desde el corto gobierno del PSOE, que les colocó sondas de oxigenación del agua y termostatos para regular los motores, según explica el concejal socialista Gerardo Rodríguez, responsable del área de Medio Ambiente hasta la moción de censura PP-Converxencia Galega. El edil explica que las instalaciones requieren un control diario para frenar las incidencias, dado que "o gran problema é que reciben máis caudal do que poden tratar". A su juicio, el asunto requiere "unha importante inversión en obras para separar as aguas pluviais das fecais antes de que cheguen ás depuradoras e facer tamén un cribado de sólidos previo. As depuradoras fóronse deteriorando co tempo por falta de conservación e agora só revolven a auga contaminada que lles chega, en lugar de limpala, por iso ás veces despiden escuma cando o líquido vén mesturado con deterxentes".