El sillar del puente de Os Remedios que cayó al río en junio de 2013 fue encontrado hecho pedazos en el lecho del Tea por la empresa que designó el Concello de Ponteareas para su retirada del agua. Hecha añicos, el gobierno local asegura que es imposible volver a colocar la pieza en su sitio.

Actualmente, están en su lugar unas piedras ajenas al puente que desentonan con las demás, mucho más antiguas y oscurecidas. "Teníamos que colocar algo en su lugar por seguridad, para evitar que alguien pudiera caerse y consideramos que otra piedra, que encajase en el hueco, sería mejor elección que un elemento de otro material distinto que desentonaría más" explica el alcalde ponteareano, Salvador González Solla.

Denuncia a Patrimonio

El grupo ecologista Adenco exige que se devuelva este puente medieval, construido sobre cimientos de origen romano, a su estado original. Por ello denunció ante Patrimonio la colocación, sin autorización, de una piedra externa al puente.

Consecuentemente, el Servizo de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia envió al Concello de Ponteareas, en octubre de 2013, un requerimiento exigiéndole la recuperación del sillar original y un proyecto de colocación del mismo para poder autorizar la obra.

"Ya explicamos a Patrimonio cuál es la situación. La empresa que canalizó el gas en la localidad fue la encargada de recuperar la piedra del lecho del río y descubrió su estado en pedazos", señala el regidor. "Hemos encontrado varias similares que podrían encajar y las hemos almacenado para que este mes técnicos de Patrimonio nos digan cuál es la más adecuada para colocarla en su sitio", explica el concejal de Cultura, Andrés Sampedro, quien asegura que la pieza que cayó al río ya no era original, sino que había sido colocada a mediados del siglo XX. Por su parte el regidor recuerda que que "este ha sido un caso de vandalismo, han arrojado el sillar al río a propósito".

Por su parte, Adenco asegura que en el expediente de este caso en Patrimonio no figura contestación alguna al requerimiento por parte del Concello diez meses después de recibirlo. Por este motivo, el grupo ecologista ha solicitado a la Xunta que le imponga una multa coercitiva al alcalde del Concello de Ponteareas, de modo personal, de 1.000 euros al mes, mientras no cumpla el requerimiento "como vía de agililizar un procedimiento que parece dormir olvidado por todas las administraciones implicadas", sostiene el grupo ecologista de la comarca.

Por otra parte, el Concello, en contacto con Patrimonio por este asunto, asegura que ha aprovechado esta ocasión para solicitar la limpieza del puente de San Roque. "Se había hecho una hace años y ya le hace falta una nueva", afirma el regidor.