Si antaño fueron las obras del AVE las que sembraron de muerte el cauce del Alvedosa, este pasado miércoles, los vecinos observaron atónitos cómo un nuevo vertido –cuyas causas todavía investigan el Seprona y el Ayuntamiento de Redondela– llenaba sus aguas de centenares de peces muertos. Los ejemplares muertos eran visibles sobre todo enlos remansos del río tanto a la altura del Consistorio como en la zona de A Portela.

Según los residentes, en los primeros momentos se observó cómo las aguas del Alvedosa destacaban por cierta turbidez –hablaban de cierto "tono ocre o marrón"–, si bien cuando empezaron a aparecer los ejemplares muertos esta tonalidad ya no se percibía. Al parecer, los peces muertos eran en su mayoría múgeles, si bien en el río redondelano en otras épocas hubo truchas, sollas y hasta lenguados.

Agentes de la Policía Local, del Seprona de la Guardia Civil y distintos operarios municipales acudieron a los remansos para despejar el río de peces muertos y, primeros y segundos, para tomar muestras de aguas para su análisis. De acuerdo con el protocolo establecido, una farmacia local fue la receptora de las mismas para su posterior investigación en laboratorio.

"Nos preocupa que llueva sobre mojado en este río y que, además, en este caso sean múgeles los peces que han aparecido muertos. Es un pez que aguanta más la suciedad de las aguas, aunque es obvio que en este caso no ha ocurrido así. El Alvedosa, en su desembocadura, es rico en almejas finas, berberechos y japónica. Estamos ojo avizor para que nuestros intereses no se resientan", explicaba alarmado Anxo Lusquiños, secretario de la cofradía de pescadores de Redondela.