El dispositivo especial de la Policía Local de Baiona para el botellón, integrado finalmente por ocho agentes, realizó cerca de cuarenta identificaciones en dos noches, la del jueves y del viernes. Los efectivos interpusieron las denuncias a jóvenes a los que sorprendieron orinando en la calle, gritando o cantando. También intervinieron en casos de venta de alcohol a menores y por su consumo, así como por tenencia de estupefacientes.

El operativo especial, habilitado ante las quejas vecinales por el vandalismo que origina el botellón, se prolongará hasta la noche de mañana lunes para evitar las grandes concentraciones de jóvenes con bebidas alcohólicas en las calles del casco histórico y sus efectos. Los agentes detuvieron también la mañana del viernes a un joven por agredir a otro con un vaso en medio de una pelea en la calle Ventura Misa.

El regidor solicitó también refuerzos a la Guardia Civil y pidió a la Xunta que controlase el transporte público para habilitar más autobuses a las horas de regreso y despejar así con mayor rapidez las calles a última hora de la madrugada.

El alcalde, Jesús Vázquez Almuiña decidió reforzar el servicio hace dos semanas, después de mantener una reunión con un centenar de vecinos de las calles de la zona vieja de la villa y del entorno de Santísima Trinidad, hartos de los episodios de violencia y destrozos en sus casas que viven este verano.

Otro encuentro la semana pasada en la casa consistorial sirvió para crear un grupo de trabajo, integrado por el alcalde y concejales, directivos de Cahiba, la de Aceba y representantes de los locales de copas. Todos ellos se reunirán esta semana para valorar las incidencias de estas noches. Paralelamente, vecinos del casco que no se sienten representados por Cahiba planean un encuentro para decidir si toman medidas de presión para exigir mayor control al Concello.