La Consellería de Medio Rural espera tener retiradas todas las coníferas de la zona afectadas por la plaga del nematodo en As Neves y Salvaterra, el 30 de marzo. Las empresas interesadas en realizar los trabajos de eliminación de los árboles podrán optar al concurso que oferta Tragsa hasta el 31 de enero.

Los terrenos afectados han sido divididos en ocho lotes en los que habrá que eliminar las coníferas que midan más de un metro de altura. No solo se deberán talar los pinos, también los abetos, cedros, alerces, píceas, abetos de Douglas y tsugas que puedan hallarse en la zona.

Una de las principales preocupaciones de los propietarios es la situación en la que quedarán sus parcelas una vez se hayan llevado la madera. Sin embargo, la empresas contratada deberán reponer lo que dañen: cerrados, cableados eléctricos y telefónicos, tuberías, entre otros.

Los leñadores no podrán dejar tocones de más de veinte centímetros en la parte de mayor cota del terreno. Además, los árboles que tengan un diámetro de cinco o más centímetros podrán ser de aprovechamiento maderero, sin embargo, aquellos que tengan un diámetro inferior a los cinco centímetros y midan más de un metro deberán ser apeados al igual que los restos de corta.

Las medidas preventivas para asegurar que no se expanda la plaga exigen, incluso que después de la corta, los restos vegetales de la maquinaria utilizada sean sometidos a un tratamiento de limpieza. No obstante, los trabajos de corta se podrán hacer manual o mecánicamente.

A las empresas adjudicatarias de la corta se les exigirá un ritmo de trabajo. Durante los primeros cinco días deberán erradicar un mínimo de cien toneladas diarias. En los días sucesivos deberán ser más ágiles y cortar 200 toneladas diarias. Para pesar la madera, Tragsa colocará una báscula.

La fecha tope para la erradicación de la madera será el próximo 30 de marzo. Aunque podrá prorrogarse en caso de alguna incidencia ajena a la empresa adjudicataria.

El presupuesto total destinado a la erradicación de las coníferas es de 1.188.539 euros. Una cantidad que se ha dividido entre los ocho lotes de terreno a actuar.

No obstante, Tragsa se encargará de supervisar el resultado y, en caso de encontrar algún tronco sin cortar, penalizará temporalmente a la empresa con 1.000 euros por hectárea hasta que corrija el trabajo.