Su angosto y retorcido recorrido lo convierten en uno de los mayores atractivos del casco histórico baionés, así que ya era hora de sustituir los charcos que albergaba durante el invierno por un piso ornamental, como el que disponen el resto de las calles de la zona monumental. El Camiño Entrehortas, que utilizan cientos de vecinos y visitantes como atajo entre las calles Diego Carmona y la parte moderna de la villa e incluso en sus paseos por su singularidad, se ha puesto al nivel de las demás rúas con una inversión de 50.000 euros por parte del departamento municipal de Vías e Obras, que dirige Manuel Vilar. El alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, miembros de la Corporación y baioneses inauguraron ayer su rehabilitación, que conjuga historia y modernidad.

Se acabó el barro en el también conocido como Camiño das Sete Curvas, que ya dispone de un tramo de piedra y otro de hormigón en el vial flanqueado por los altos muros del convento de las Dominicas. Los operarios municipales han trabajado durante los últimos dos meses para colocar el nuevo pavimento e instalar servicios en el subsuelo como la canalización de aguas pluviales y el alumbrado, resuelto con focos encastrados en el piso.

Ningún rincón oscuro

De esta forma, se ha eliminado el tendido eléctrico de la zona y las tradicionales farolas logrando una proyección de luz más eficaz, que elimina los rincones oscuros que disuadían a algunos viandantes de su uso durante la noche.

La prospección arqueológica llevada a cabo en el camino antes de las obras ofreció resultados negativos, por lo que la obra fue terminada en tiempo récord, según destacó Manuel Vilar.

El alcalde, por su parte, mostró su satisfacción por la recuperación de la calle, que supone una “importante aportación a la puesta en valor que el Ayuntamiento realiza en los espacios públicos del casco antiguo”.