Fran Beltrán combina con todo

El madrileño se asienta de nuevo en el doble pivote, en el que ha formado pareja con hasta seis compañeros diferentes en lo que va de temporada

Benítez lo relegó a la suplencia en diciembre y barajó marcharse

Beltrán, durante el partido en Vitoria.

Beltrán, durante el partido en Vitoria. / LOF

Fran Beltrán siempre vuelve. Casi nunca entra en los pronósticos como titular pero está a punto de cerrar otra temporada en la que nadie ha jugado más que él en la posición de mediocentro. Hasta seis compañeros se han alternado en esa posición clave en el centro del campo. Beltrán combina con todo. Este curso ha jugado con De la Torre, Dotor, Sotelo, Tapia, Jailson y Damián. Fue casi siempre la referencia como pivote con Rafa Benítez, salvo momentos puntuales, y ahora lo es también con Giráldez. A sus 25 años, el madrileño ya acumula 206 partidos con la camiseta del Celta. Está a dos partidos de igualar a Roberto Lago. Con dos temporadas más de contrato por delante, Beltrán acabará igualando marcas de históricos jugadores de la entidad viguesa, y seguirá siendo discutida su presencia en el once titular.

Beltrán irrumpió en el fútbol profesional cuando los centrocampistas como Marco Verratti comenzaban a desaparecer de las agendas de los directores deportivos, más interesados en jugadores con una altura de 1,85 para arriba. Con unos quince centímetros menos, el madrileño supo abrirse paso, primero en el Rayo Vallecano y después en el Celta, a base de trabajo, implicación y disciplina táctica. Discutido por no afrontar riesgos con el balón, ha encontrado más apoyo en sus entrenadores que entre los aficionados. Eso es lo que le ha permitido sobrevivir en un deporte en el que nadie sabe menos que el mayor experto.

Cuando en el verano de 2018 llegó al Celta, por delante tenía a jugadores como Lobotka, Okay, Jensen o Jozabed pero acabó disputando 30 partidos. No estaba mal para un joven de 19 años recién llegado a la élite. Desde entonces, por la plantilla céltica han pasado más de media docena de técnicos, pero todos han acabado dándole minutos para que dirigiese la circulación del balón desde el centro del campo.

La actual temporada se presentaba complicada para Beltrán porque Rafa Benítez llegaba con una petición bajo el brazo de incorporar más músculo en el centro del campo. Ante el fracaso en las negociaciones para fichar a un pivote grande, el entrenador madrileño indultó a un Renato Tapia que estaba condenado a pasarse el curso en la grada tras rechazar un traspaso en su último año de contrato.

Sin hacer ruido, ni fuera ni dentro del campo, Beltrán comenzó a sumar titularidades mientras el entrenador buscaba alternativas para fortalecer la medular. El primer compañero del madrileño fue el canterano Hugo Sotelo, una de las sensaciones de la pretemporada que desapareció del once en la tercera jornada. El recambio fue Luca de la Torre, quien también podía moverse por el costado izquierdo del ataque.

A partir de ahí, el estadounidense la fue alternativa a la titularidad junto con Dotor hasta que en la undécima jornada hizo acto de presencia Tapia. Con el peruano titular y dispuesto a negociar la ampliación de su contrato, Beltrán comenzó a afrontar sus primeras suplencias del curso. Estaban a punto de llegar sus peores semanas de una agitada temporada.

Benítez veía cerca la apertura del mercado de invierno y se preparaba para la llegada de ese mediocentro corpulento. Entre diciembre y enero, Beltrán apenas jugó. Antes de concluir 2023, el Celta anunció la incorporación de Jailson Marques, un espigado brasileño que también podía jugar como defensa central y que había coincidido en China con el entrenador madrileño.

Entonces, Beltrán incluso llegó a plantearse una salida del Celta, como reconoció el jugador, mientras el club admitía intereses por un futbolistas que tenía buen cartel en Girona, donde entrenaba Míchel Sánchez, a quien lo había dirigido en el Rayo Vallecano que ascendería a Primera División en junio de 2018.

En el mes de febrero, Beltrán volvió a la titularidad, después de que fracasase el plan de Rafa Benítez de juntar a Tapia y a Jailson en el doble pivote. Ya no hubo más suplencias, ni siquiera con un Claudio Giráldez que le ha dado la alternativa al canterano Damián Rodríguez para una posición en la que el madrileño continúa combinando con todo. Con el joven ponteareano formó pareja el domingo pasado contra el Villarreal. Fue la última de las seis parejas diferentes que ha tenido Beltrán en su sexta temporada en el Celta.

Pendiente de Tapia en la visita al Metropolitano

El Celta reanuda esta mañana los entrenamientos en Afouteza para preparar en cuatro días el partido de la trigésimo quinta jornada de LaLiga contra el Atlético de Madrid, prevista para el domingo 12 de mayo a partir de las 16:15 horas en el Metropolitano. En el parte médico solamente aparecen Renato Tapia y Joseph Aidoo. Este último ya no reaparecerá hasta la próxima temporada. El peruano, que ya entrenó con el grupo la semana pasada, continúa con molestias en la cicatriz del recto anterior derecho que le han obligado a perderse los cuatro últimos partidos.

En el compromiso ante el Villarreal, el único contusionado fue Williot Swedberg, que recibió una dura entrada de Santi Comesaña que le costó la expulsión al jugador del equipo castellonense. El sueco pudo continuar pero a los 65 minutos solicitó el cambio. Si Tapia recibiese el alta esta semana, Giráldez tendría que realizar hasta cuatro descartes en la convocatoria para enfrentarse a los rojiblancos.

Ante el Villarreal no entraron por decisión técnica Bamba, Manu Sánchez y Dotor, además de Tapia y de Aidoo, por lesión. En la primera vuelta, los de Simeone se llevaron la victoria de Balaídos después de una polémica expulsión de Iván Villar por cometer un penalti sobre Morata. A partir de entonces, el morracense cedió la titularidad en la portería a Vicente Guaita. Los rojiblancos marcaron a continuación tres goles que llevaron la firma del delantero francés Antoine Griezmann, dos de ellos tras el descanso.

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