Juan Carlos Unzué, técnico del Celta, volvió a abandonar ayer Balaídos con la sensación de haber dejado escapar dos puntos en lo que seguramente era la última oportunidad de su equipo de tener algo por qué pelear en los dos encuentros finales de la temporada.

"Justo o injusto, el resultado es el que es y no lo podemos variar. Por cómo se ha dado mi sensación es más que hemos perdido dos puntos que ganado uno", expuso el preparador celeste a la conclusión del choque. "Creo que hemos hecho una buena primera parte. Hemos intentado ser agresivos y que el rival estuviese incómodo desde el inicio porque tiene jugadores de calidad y sabíamos que, si le dejábamos jugar, nos podía crear problemas. Y hemos conseguido que ellos jugasen más en largo de lo debido y eso nos ha dado la posibilidad de hacer un gol e incluso de poder haber hecho el segundo que era lo que necesitábamos para ganar el partido", agregó Unzué, que precisó: "No lo hemos conseguido y en la segunda parte nos ha costado un poco más. El partido ha estado más igualado y no hemos tenido tanta capacidad para llegar en buenas condiciones con la pelota al área rival".

El entrenador del Celta opinó que el esfuerzo realizado antes del descanso le "pasó factura" a su equipo en el segundo tiempo. "Hemos intentado aguantar y, desgraciadamente, ese gol en el minuto 90 hace daño", admitió. Unzué negó, sin embargo, que el Celta hubiese remoloneado en el segundo tiempo viendo la facilidad con la que había dominado el choque antes del intermedio. "No creo que el equipo no haya querido ir hacia adelante, sino que ha sido más cosa de no poder. En la primera parte hemos mantenido muy alto el ritmo del partido y en la segunda nos ha costado un poco más. La sensación no era no querer ir hacia adelante, sino no poder hacerlo en las mejores condiciones", manifestó. Y añadió: "Ellos han aguantado bien, han tenido en ciertos momentos la pelota y nos han obligado a replegarnos. Pero la intención, y así lo hemos comentado en el descanso, era hacer el segundo gol. Al final la idea era aguantar ahí el uno a cero y, desgraciadamente, hemos recibido ese gol en el último minuto que nos ha hecho perder dos puntos".

Unzué insistió en que la idea de su equipo en el segundo tiempo "era ir a ganar el partido" pero reconoció que "desgraciadamente no hemos podido dar más de sí".

A pesar de que el empate cedido ayer en el derbi deja al Celta en tierra de nadie, sin opciones apenas de luchar por ser séptimo, Unzué aseguró que su equipo dará batalla hasta el final. "La temporada no está cerrada. Quedan dos partidos y hay que jugarlos además con orgullo. Llevamos un escudo importante y lo tenemos que defender como el primer día, como si nos estuviésemos jugando la vida. Eso es lo que voy a intentar transmitir a mis jugadores", subrayó.