Poco a poco el Celta Zorka sigue creciendo y cada vez tiene más cerca el primero de sus objetivos, que no es otro que lograr la clasificación para la fase de ascenso. La jornada de ayer allanó un poco más el camino tras caer dos de los equipos que querían meterse en el grupo de cabecera, el Barça y el Kemegal Cortegada.

Ahora, las célticas tienen cuatro victorias de ventaja sobre la quinta plaza, a siete jornadas para la conclusión de la fase regular del campeonato. El próximo sábado, el equipo entrenado por Cristina Cantero afronta un partido decisivo, pues reciben en el pabellón de Navia a un Ibaizabal que acumula nueve victorias consecutivas.

El partido de ayer ante el Lima Horta fue uno de esos en donde las viguesas pasaron por un carrusel de estado de ánimo y de juego. En los primeros diez minutos de juego, el equipo de Cristina Cantero rindió a un gran nivel. Aplicadas en defensa, y con un buen acierto en el lanzamiento a canasta, no tardaron en abrir una pequeña brecha en el marcador, y tras los primeros cuatro minutos de juego mandaban en el marcador por un claro 2-11. Parecía que el encuentro no presentaría excesivas complicaciones, sobre todo con los dieciséis puntos de ventaja que las viguesas tenían al final de los primeros diez minutos de juego.

En los segundos diez minutos de juego, las cosas no se igualaron un poco más debido a que el cuadro vigués bajó la intensidad, y aunque mantenían un buen nivel defensivo ya no estaban tan acertadas en el lanzamiento a canasta, permitiendo que las catalanas se llevaran el cuarto por cuatro puntos, aunque la desventaja al descanso sobrepasara los diez puntos, 29-41.

Sin embargo el paso por el vestuario causó un efecto diferente en ambos equipos. Las catalanas salieron con una marcha más, y en los primeros minutos del tercer cuarto lograron anotar tres triples consecutivas y una canasta de dos puntos que dejaban el marcador en un 40-41 que llevaron a Cristina Cantero a solicitar con prontitud un tiempo muerto.

Un minuto de parón que, por un lado, sirvió para lograr el primer objetivo que no era otro que cortar el ritmo de juego de las barcelonesas y, por otro, hacer reaccionar al equipo. Misión que también se logró al anotar un parcial de 0-6 que sirvió ampliar la ventaja en el marcador, 40-47.

Fue el punto de inflexión del partido, pues las jugadoras del Lima Horta murieron en la orilla al no ser capaces de darle la vuelta al marcador y ver cómo al final del tercer cuarto perdían por ocho puntos de diferencia. El Celta Zorka había salvado un momento complicado en el encuentro y a pesar de haber dejado que el rival se hubiera metido en el partido lograron reaccionar a tiempo.

Los últimos diez minutos de juego no tuvieron historia al verse la mejor versión del equipo céltico, la que le había permitido alcanzar en los primeros diez minutos de partido hasta veinte puntos de ventaja en el marcador. El Celta Zorka fue un ciclón, y tras los primeros cuatro minutos de juego había logrado un parcial de 3-9 que comenzaba a encarrilar la recta final del encuentro.

El cuadro céltico no bajó la intensidad y volvía a ser el equipo del primer cuarto, con presión en defensa, intensidad y anticipación, mientras que en ataque las jugadoras volvían a tener buena mano y poco a poco lograron que la ventaja fuera ya inalcanzable para las catalanas.