El sorteo de Copa del Rey deparará un enfrentamiento entre el Celta y el Barcelona que traerá malos recuerdos al actual entrenador del club catalán. Ernesto Valverde ya fue víctima del conjunto vigués en una eliminatoria copera. Entonces, en enero de 2010, un equipo celeste plagado de canteranos dio la sorpresa en El Madrigal (ahora estadio de La Cerámica) ante un Villarreal que poseía una plantilla muy valiosa, con la que había brillado en la Liga de Campeones. Días más tarde de aquel tropiezo, el técnico vasco fue destituido.

Ocho años después, el Celta vuelve a cruzarse en el camino de Valverde, aunque en estos momentos el técnico vasco disfruta de una posición muy consolidada en Can Barça, pues mantiene líder de LaLiga y en octavos de final de la Champions League al conjunto catalán. Sin embargo, desde la afición culé se le exigirá ganar un trofeo que el club catalán ganó en los tres últimos años. Los célticos vienen de ser semifinalistas dos veces consecutivas y Unzué aseguraba el martes que su equipo le prestará gran atención a la Copa.

Sobre esta eliminatoria, Valverde lamentó ayer no haber tenido más suerte. "Nos ha tocado un rival complicado. El Celta es un equipo que está en forma y que aquí nos jugó muy bien y no pudimos ganarles. Viendo las eliminatorias, ésta es la más atractiva. Será difícil, para ellos también, tenemos ilusión por ganar. Viendo otras eliminatorias, no voy a decir que hemos tenido mala suerte, pero sí valoramos mucho al Celta", señaló.

El duelo de Copa entre el Villarreal de Valverde y el Celta de Eusebio Sacristán correspondía a los octavos de final de la temporada 2009-10. Tras empatar a un gol en Balaídos, parecía segura la clasificación del Submarino Amarillo ante un rival que se mantenía en mitad de la tabla en Segunda.

Eusebio recurrió a la cantera para dar descanso a buena parte de los titulares. Trashorras marcó de penalti el 0-1 en el minuto 89. No hubo tiempo para más y el equipo de los novatos celebraba el triunfo por todo lo alto. Fue una gran noche para Yoel, Jonathan Vila, Andrés Túñez, Dani Abalo, Noguerol, Iago Aspas, Mateo Míguez, Hugo Mallo, Toni Rodríguez, Oriol Riera y Jordi Figueras. Los tres últimos no jugaron, pero también participaron de la fiesta por superar a un equipo de Primera.

Después, el Celta ante el Atlético de Madrid, tras empatar a un gol en el Calderón. Ahí nacía el Celta que ahora presume de cantera, ante la que Valverde sufrió una dura derrota, que le condujo a la destitución.