El entrenador del Málaga, José Miguel González 'Míchel', afirmó ante el partido de esta noche contra el Celta que su equipo, aunque ya no se juega nada en la Liga, no puede "dejar de pisar el acelerador", ya que quieren "seguir ganando y tener regularidad". Ahora mismo, el equipo andaluz es duodécimo, con 42 puntos, dos menos que los célticos, que además tienen un partido pendiente contra el Real Madrid que se disputará el 17 de mayo en Balaídos.

Míchel destacó en rueda de prensa que el Celta "siempre juega los partidos de la misma forma, sea el rival que sea", con una idea de "juego muy buena, labrada por un entrenador muy bueno", el argentino Eduardo, 'El Toto', Berizzo.

El técnico madrileño advirtió, además, de que "con independencia de los jugadores" que alinee su homólogo, el Celta "es un equipo llamativo, bueno y reconocible", con "una base fuerte de juego", y subrayó que "por eso está al nivel que está en Europa y en la Liga".

"No queremos parar, y eso hay que hacerlo a través de los partidos", recalcó Míchel, que insistió en que su equipo quiere "seguir ganando y demostrar que puede conseguir esos resultados", puesto que les "interesa mucho la regularidad para estar bien en LaLiga, este año y el que viene".

También se refirió al futuro incierto del delantero Sandro Ramírez, máximo goleador del equipo andaluz con 13 tantos en la liga y que es probable que no continúe en el Málaga al tener muchas ofertas (entre ellas una del Sevilla), y dijo que todos en el club quieren que siga, pero que dependen "del jugador, de sus intenciones y de su cariño", y que el ex del Barcelona será el que decida.