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Alberto Blanco
Ver galería >Con el puente de El Pilar a la vuelta de la esquina, probablemente serán muchos los gallegos que apuesten por cruzar la frontera para pasar uno (o varios) días en Portugal. Uno de los atractivos del país vecino son sus santuarios. Muchos de ellos están enclavados en medio de la naturaleza y coronan los puntos más altos de cada región, desde donde las vistas son idílicas. La experiencia va mucho más allá de lo religioso. Es el caso de los santuarios del Bom Jesus do Monte, Nossa Senhora da Penha, Santa Luzia, Nossa Senhora dos Remédios o Nossa Senhora da Peneda.
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Ubicado en Braga, el Santuario do Bom Jesus do Monte está enclavado en plena naturaleza. Su enorme escalinata está formada por 17 rellanos decorados con fuentes, estatuas alegóricas y otra decoración barroca dedicada a diversas temáticas: la vía Sacra, los Cinco Sentidos, las Virtudes, el Terreiro de Moisés y, en lo alto, las ocho figuras bíblicas que participaron en la Condenación de Jesús. Las vistas son increíbles y el paisaje, idílico. A mayores, presume de un elevador único en el que podrás llegar a la cima.
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Ubicado en Braga, el Santuario do Bom Jesus do Monte está enclavado en plena naturaleza. Su enorme escalinata está formada por 17 rellanos decorados con fuentes, estatuas alegóricas y otra decoración barroca dedicada a diversas temáticas: la vía Sacra, los Cinco Sentidos, las Virtudes, el Terreiro de Moisés y, en lo alto, las ocho figuras bíblicas que participaron en la Condenación de Jesús. Las vistas son increíbles y el paisaje, idílico. A mayores, presume de un elevador único en el que podrás llegar a la cima.
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Ubicado en Braga, el Santuario do Bom Jesus do Monte está enclavado en plena naturaleza. Su enorme escalinata está formada por 17 rellanos decorados con fuentes, estatuas alegóricas y otra decoración barroca dedicada a diversas temáticas: la vía Sacra, los Cinco Sentidos, las Virtudes, el Terreiro de Moisés y, en lo alto, las ocho figuras bíblicas que participaron en la Condenación de Jesús. Las vistas son increíbles y el paisaje, idílico. A mayores, presume de un elevador único en el que podrás llegar a la cima.
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Ubicado en Braga, el Santuario do Bom Jesus do Monte está enclavado en plena naturaleza. Su enorme escalinata está formada por 17 rellanos decorados con fuentes, estatuas alegóricas y otra decoración barroca dedicada a diversas temáticas: la vía Sacra, los Cinco Sentidos, las Virtudes, el Terreiro de Moisés y, en lo alto, las ocho figuras bíblicas que participaron en la Condenación de Jesús. Las vistas son increíbles y el paisaje, idílico. A mayores, presume de un elevador único en el que podrás llegar a la cima.
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Ubicado en Braga, el Santuario do Bom Jesus do Monte está enclavado en plena naturaleza. Su enorme escalinata está formada por 17 rellanos decorados con fuentes, estatuas alegóricas y otra decoración barroca dedicada a diversas temáticas: la vía Sacra, los Cinco Sentidos, las Virtudes, el Terreiro de Moisés y, en lo alto, las ocho figuras bíblicas que participaron en la Condenación de Jesús. Las vistas son increíbles y el paisaje, idílico. A mayores, presume de un elevador único en el que podrás llegar a la cima.
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Ubicado en Lamego, en la cima del monte de Santo Estêvão, fue construido entre los siglos XVIII y XX, este santuario mariano es visitado por peregrinos de todo el país, especialmente el 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen y punto álgido de las fiestas en honor de Nossa Senhora dos Remédios. Su monumental escalinata barroca con casi 700 escalones 686 escalones da acceso al santuario que se divide en varios niveles salpicados de elementos escultóricos, como las estatuas de los reyes, los respaldos de las ocho fuentes (entre ellas la de los Remedios, de Nicolau Nasoni) y diversas representaciones alegóricas. A medio camino se encuentra la capilla del Destierro.
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Ubicado en Lamego, en la cima del monte de Santo Estêvão, fue construido entre los siglos XVIII y XX, este santuario mariano es visitado por peregrinos de todo el país, especialmente el 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen y punto álgido de las fiestas en honor de Nossa Senhora dos Remédios. Su monumental escalinata barroca con casi 700 escalones 686 escalones da acceso al santuario que se divide en varios niveles salpicados de elementos escultóricos, como las estatuas de los reyes, los respaldos de las ocho fuentes (entre ellas la de los Remedios, de Nicolau Nasoni) y diversas representaciones alegóricas. A medio camino se encuentra la capilla del Destierro.
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Ubicado en Lamego, en la cima del monte de Santo Estêvão, fue construido entre los siglos XVIII y XX, este santuario mariano es visitado por peregrinos de todo el país, especialmente el 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen y punto álgido de las fiestas en honor de Nossa Senhora dos Remédios. Su monumental escalinata barroca con casi 700 escalones 686 escalones da acceso al santuario que se divide en varios niveles salpicados de elementos escultóricos, como las estatuas de los reyes, los respaldos de las ocho fuentes (entre ellas la de los Remedios, de Nicolau Nasoni) y diversas representaciones alegóricas. A medio camino se encuentra la capilla del Destierro.
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Ubicado en Lamego, en la cima del monte de Santo Estêvão, fue construido entre los siglos XVIII y XX, este santuario mariano es visitado por peregrinos de todo el país, especialmente el 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen y punto álgido de las fiestas en honor de Nossa Senhora dos Remédios. Su monumental escalinata barroca con casi 700 escalones 686 escalones da acceso al santuario que se divide en varios niveles salpicados de elementos escultóricos, como las estatuas de los reyes, los respaldos de las ocho fuentes (entre ellas la de los Remedios, de Nicolau Nasoni) y diversas representaciones alegóricas. A medio camino se encuentra la capilla del Destierro.
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En lo alto de Guimarães se levanta el Santuario da Penha. Símbolo de la fe y faro de la ciudad lusa, el templo es un monumento de singular belleza y valía arquitectónica y religiosa que se ubica en la cima de un gran parque natural con multitud de atractivos paisajísticos. A mayores, se puede llegar a lo alto de la montaña en el mayor teleférico de Portugal.
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En lo alto de Guimarães se levanta el Santuario da Penha. Símbolo de la fe y faro de la ciudad lusa, el templo es un monumento de singular belleza y valía arquitectónica y religiosa que se ubica en la cima de un gran parque natural con multitud de atractivos paisajísticos. A mayores, se puede llegar a lo alto de la montaña en el mayor teleférico de Portugal.
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En lo alto de Guimarães se levanta el Santuario da Penha. Símbolo de la fe y faro de la ciudad lusa, el templo es un monumento de singular belleza y valía arquitectónica y religiosa que se ubica en la cima de un gran parque natural con multitud de atractivos paisajísticos. A mayores, se puede llegar a lo alto de la montaña en el mayor teleférico de Portugal.
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En lo alto de Guimarães se levanta el Santuario da Penha. Símbolo de la fe y faro de la ciudad lusa, el templo es un monumento de singular belleza y valía arquitectónica y religiosa que se ubica en la cima de un gran parque natural con multitud de atractivos paisajísticos. A mayores, se puede llegar a lo alto de la montaña en el mayor teleférico de Portugal.
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En lo alto de Guimarães se levanta el Santuario da Penha. Símbolo de la fe y faro de la ciudad lusa, el templo es un monumento de singular belleza y valía arquitectónica y religiosa que se ubica en la cima de un gran parque natural con multitud de atractivos paisajísticos. A mayores, se puede llegar a lo alto de la montaña en el mayor teleférico de Portugal.
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En el Santuário da Senhora da Peneda, en pleno parque Peneda-Gerês, una enorme roca (el Penedo das Meadinhas) domina el lugar con la verticalidad de sus 300 metros de altura. El templo confiere un aspecto sagrado a la montaña. Erigido en el s. XIX, se llega por una escalinata monumental con 20 pequeñas capillas que albergan episodios de la vida de Jesús.
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En el Santuário da Senhora da Peneda, en pleno parque Peneda-Gerês, una enorme roca (el Penedo das Meadinhas) domina el lugar con la verticalidad de sus 300 metros de altura. El templo confiere un aspecto sagrado a la montaña. Erigido en el s. XIX, se llega por una escalinata monumental con 20 pequeñas capillas que albergan episodios de la vida de Jesús.
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En el Santuário da Senhora da Peneda, en pleno parque Peneda-Gerês, una enorme roca (el Penedo das Meadinhas) domina el lugar con la verticalidad de sus 300 metros de altura. El templo confiere un aspecto sagrado a la montaña. Erigido en el s. XIX, se llega por una escalinata monumental con 20 pequeñas capillas que albergan episodios de la vida de Jesús.
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En el Santuário da Senhora da Peneda, en pleno parque Peneda-Gerês, una enorme roca (el Penedo das Meadinhas) domina el lugar con la verticalidad de sus 300 metros de altura. El templo confiere un aspecto sagrado a la montaña. Erigido en el s. XIX, se llega por una escalinata monumental con 20 pequeñas capillas que albergan episodios de la vida de Jesús.
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Hacia un costado, las olas del océano Atlántico rompiendo contra la costa. Hacia el otro, el precioso valle del río Lima antes de morir en el mar. De frente, una de las ciudades más emblemáticas del norte de Portugal. Y, a la espalda, coronando y reinando la montaña a casi 200 metros de altitud, un enorme templo románico-bizantino levantado sobre uno de los miradores más impresionantes del país vecino y visible a kilómetros de distancia. Se trata de uno de los más bellos del mundo según la revista National Geographic: Santa Luzia. Para alcanzar la cima, podrás subirte al funicular más largo de Portugal.
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Hacia un costado, las olas del océano Atlántico rompiendo contra la costa. Hacia el otro, el precioso valle del río Lima antes de morir en el mar. De frente, una de las ciudades más emblemáticas del norte de Portugal. Y, a la espalda, coronando y reinando la montaña a casi 200 metros de altitud, un enorme templo románico-bizantino levantado sobre uno de los miradores más impresionantes del país vecino y visible a kilómetros de distancia. Se trata de uno de los más bellos del mundo según la revista National Geographic: Santa Luzia. Para alcanzar la cima, podrás subirte al funicular más largo de Portugal.
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Hacia un costado, las olas del océano Atlántico rompiendo contra la costa. Hacia el otro, el precioso valle del río Lima antes de morir en el mar. De frente, una de las ciudades más emblemáticas del norte de Portugal. Y, a la espalda, coronando y reinando la montaña a casi 200 metros de altitud, un enorme templo románico-bizantino levantado sobre uno de los miradores más impresionantes del país vecino y visible a kilómetros de distancia. Se trata de uno de los más bellos del mundo según la revista National Geographic: Santa Luzia. Para alcanzar la cima, podrás subirte al funicular más largo de Portugal.
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Hacia un costado, las olas del océano Atlántico rompiendo contra la costa. Hacia el otro, el precioso valle del río Lima antes de morir en el mar. De frente, una de las ciudades más emblemáticas del norte de Portugal. Y, a la espalda, coronando y reinando la montaña a casi 200 metros de altitud, un enorme templo románico-bizantino levantado sobre uno de los miradores más impresionantes del país vecino y visible a kilómetros de distancia. Se trata de uno de los más bellos del mundo según la revista National Geographic: Santa Luzia. Para alcanzar la cima, podrás subirte al funicular más largo de Portugal.
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Hacia un costado, las olas del océano Atlántico rompiendo contra la costa. Hacia el otro, el precioso valle del río Lima antes de morir en el mar. De frente, una de las ciudades más emblemáticas del norte de Portugal. Y, a la espalda, coronando y reinando la montaña a casi 200 metros de altitud, un enorme templo románico-bizantino levantado sobre uno de los miradores más impresionantes del país vecino y visible a kilómetros de distancia. Se trata de uno de los más bellos del mundo según la revista National Geographic: Santa Luzia. Para alcanzar la cima, podrás subirte al funicular más largo de Portugal.
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