Presentada en el reciente Festival de Málaga, "Buñuel en el laberinto de las tortugas" es un largometraje dirigido por Salvador Simó que recuerda el rodaje en 1932 por el cineasta aragonés del documental "Las Hurdes. Tierra sin pan".
Después de haber causado un escándalo con el estreno de "La Edad de Oro", Buñuel no tiene dinero para rodar de nuevo, pero su amigo Ramón Acín le promete que, si le toca la lotería, le pagará el documental que quiere filmar en Las Hurdes, y la suerte le sonríe a ambos y consiguen llevar a cabo el proyecto. Simó ha intercalado los pasajes animados con imágenes reales del documental de Buñuel e incluso con fragmentos que el cineasta descartó en su montaje.
"El hijo de Buñuel nos explicó que su padre medía en casa los planos con los brazos, miraba los fotogramas a través de una lámpara y desechó cosas pensando que estaban desenfocadas, pero no lo estaban", ha señalado el director.
Consideraba "un sacrilegio" recrear las imágenes del documental y por eso las entrelazó con las animadas, porque "tenerlas es un lujo y le dan autenticidad a la historia".
"Una de las cosas que pretendemos es que cuando la gente vea esta película, después se vaya a ver el documental", asegura Simó, que para el retrato psicológico de Buñuel se inspiró en el cómic homónimo que Félix Solís publicó hace diez años.
En su largometraje ha apostado por utilizar el personaje de Ramón Acín "como contrapunto de Buñuel" y ha terminado por convertirse "en quien lleva la carga emocional de la película, que al final es una historia de amistad".
"No queríamos hacer un documental, sino una película que emocionara a la gente, y Ramón era la herramienta perfecta para contar esa historia", resaltad Simó.
Junto a Simó ha escrito el guion Eligio R. Montero, quien admite que le dio "mucho vértigo" ponerle voz "al cineasta más grande de la historia de España".