Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El poder de los dátiles

Hace miles de años que el cultivo de la palmera datilera se extendió por el mundo. Sus frutos, sabrosos y nutritivos, son auténticas estrellas de la cocina

El poder de los dátiles

Existen diversas teorías sobre su origen. Unas la sitúan en África, otras en Asia, pero no cabe duda de que la palmera datilera se conoce desde hace miles de años, y la recolección de sus frutos, también. La Phoenix dactylifera está extendida por numerosos países del mundo, apreciada tanto como árbol ornamental como productora de dulces racimos.

Para los árabes la palmera era conocida como árbol de la vida, en Egipto los frutos los relacionaban con la fertilidad, para hebreos y griegos la planta significaba triunfo y los fenicios consideraban que era la palmera de Dios, es decir, un árbol sagrado. Los dátiles formaban parte de la dieta diaria de numerosos pueblos, y hoy lo siguen siendo. La popularidad de estas bayas sigue aumentando, a la vez que se conocen sus numerosas propiedades beneficiosas. Además es versátil en la cocina y combina con multitud de platos.

De la existencia de la palmera datilera en Italia ya dejó constancia Plinio el Viejo, quien recoge en su Secundi naturalis historiæ que las había en el país, aunque no daban fruto. Sí lo hacían las de la parte mediterránea de España, por lo que se cree que aquí debieron introducirlas los fenicios. Y tanto la iconografía como las referencias literarias a través de los tiempos reflejan su valor simbólico y la importancia de sus racimos. Martínez Llopis en su obra "Historia de la gastronomía española" (Ed. La Val de Onsera, 1995), sostiene que en la España visigótica ya se conocían los dátiles. El famoso palmeral de Elche es un auténtico oasis que le ha valido su reconocimento como Patrimonio de la Humanidad.

Entre los nutrientes de los dátiles destacan los hidratos de carbono de absorción lenta, además de potasio, fósforo, calcio y magnesio, así como ácido pantoténico. Su consumo ayuda a rendir en el deporte, incrementa la capacidad y la agilidad mental, son ricos en fibra y no poseen grasa. Son solo algunos de sus muchos beneficios.

Además de ser típico de las recetas y postres navideños y de ser una fuente de bondades, el dátil complementa a la perfección con ensaladas, salsas y guarniciones. Son una alternativa para sustituir el azúcar en tartas y bizcochos, y acompañan carnes, pescados y legumbres. Una de las formas sencillas y rápidas de preparar un sabroso aperitivo es enrollando el dátil con jamón, para consumirlo tanto en fresco (sin hueso) como pasado por la sartén. Combina con todo (con nueces y queso blanco, con arroz?) y a todo aporta su sorprendente y agradable sabor.

Compartir el artículo

stats