Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las estrellas y la Luna, a los pies de Ryan Gosling

Tras la oscarizada "La La Land", el actor estadounidense y el director Damien Chazelle vuelven a coincidir en "First Man-El primer hombre", que cuenta la misión de la NASA que llevó al primer hombre a la superficie lunar

Antes del celebérrimo "Houston, tenemos un problema" que Tom Hanks exclamaba en "Apolo XIII", hubo otros graves contratiempos en el programa que llevó al hombre a la Luna, aunque los que experimentó el Apolo XIII, la nave que tripularon Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins, fueron eclipsados por la imagen triunfal de Armstrong pisando por primera vez el satélite de la Tierra. Basándose en una extensa biografía autorizada de Neil Armstrong, e intentando mantenerse fiel a la realidad de los hechos, Damien Chazelle, el director de las oscarizadas "Whiplash" y "La ciudad de las estrellas (La La Land)", cuenta la historia nunca contada en el cine de los tremendos obstáculos que tuvo que afrontar Neil Armstrong en su histórica misión de 1969.

Del "tenemos un problema" de Hanks pasamos al "tenemos un problema serio" de Ryan Gosling, que vuelve a ponerse a las órdenes de Chazelle tras el éxito de "La ciudad de las estrellas", y eso que no guarda apenas parecido físico con Armstrong. El autor de la biografía de Armstrong, James Hansen, que tardó años en convencer al reservado astronauta para que le dejase escribir su biografía, sostiene que ningún actor lo hubiera hecho mejor el papel que Gosling. "Tiene las mismas cualidades que Neil, es introspectivo, cerebral, tranquilo y modesto. Saca a la luz elementos del personaje que solo conocen los más cercanos a él", asegura.

En cuanto a la historia, basada en esa biografía de 700 páginas perfectamente documentada, Damien Chazelle se muestra sorprendido de lo poco que se sabe del hombre que puso el pie en la Luna y de las terribles vicisitudes por las que pasó la misión. "No podía entender que algo de semejante magnitud no hubiera sido llevado antes al cine -destaca-. Queríamos recalcar lo aterrador que era subir al espacio en esa nave. Comparada con las naves actuales, podría describirse como una lata de café o incluso un ataúd".

Lo que es sabido es una de las frases que el equipo de la película repetía durante la preproducción: ahora mismo llevamos en el bolsillo un ordenador más potente que cualquiera de los que se utilizaron en el primer viaje a la Luna. Damien Chazelle decidió rodar con el mayor realismo posible, "como si la cámara fuese una mosca pegada a la pared, tanto en las misiones espaciales como en los momentos más íntimos de la familia". Y es que la película, que abarca de 1961 a 1969, se centra no solo en la misión en sí, sino también en los años previos, en los que la esposa de Neil Armstrong, Janet (interpretada por Claire Foy) y sus hijos temieron que jamás volverían a ver al astronauta, bregado en el riesgo como piloto en la guerra de Corea y en vuelos de prueba.

El propio Ryan Gosling probó algo del riesgo del trabajo de Armstrong cuando quiso aprender a pilotar para preparar su papel y el instructor de vuelo le mandó que calase el motor del avión. "Aprender a pilotar era lo peor que podía hacer. En ese momento entendí por qué Neil estaba destinado a ser uno de los más grandes pilotos que jamás ha existido y yo no", confiesa.

Armstrong, fallecido hace seis años, era de otra pasta y nunca se dio por vencido, haciendo buena esa frase de Churchill de que "el éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo".

Compartir el artículo

stats