Freedonia es más que un grupo, es una asociación cultural. Huérfanos de discográfica, siempre han apostado por la autogestión y por implicar a sus seguidores en sus distintos proyectos. La banda madrileña viene a Vigo para presentar su tercer disco "Shenobi", lo hará esta noche, a las 22.30 horas, en la sala Master Club dentro de ciclo de conciertos SON Estrella Galicia en la ciudad. Israel Checa, baterista, desgrana este disco con un mismo hilo conductor: la libertad de la mujer.
-¿Por qué habéis vuelto a recurrir al crowdfunding para este tercer álbum?
-Al principio se trataba de generar una comunidad, fue el primer empujón que tuvimos. El segundo disco lo produjimos nosotros, pero ahora queríamos volver a contar con esa comunidad de gente que nos apoya. Ahora nuestra idea era más ambiciosa, queríamos sacar un doble disco en vinilo que tuviera una historia contada a través de un videojuego y que tuviera una escena más de película. El recibimiento fue muy bueno, tuvimos más de 750 mecenas apoyándonos y facilitándonos el poder hacer un disco tal y como nosotros queríamos. Si no hubiera sido por la acogida y el apoyo de la gente la banda no cumpliría ahora trece años.
-¿Esta manera de trabajar es la que os ha permitido mantener la identidad de la banda y a esa comunidad de seguidores?
-Sin duda. La suerte es poder tener a unos productores que nos han dado toda la libertad del mundo y la confianza para hacer este tipo de proyecto. Eso es lo fundamental. Al tener un agente externo siempre hay negociación y tienes que moldearlo un poco. A la hora de hacer una canción nosotros solo pensamos en que nos guste, que tenga un mensaje y que aporte algo; no pensamos en que sea mainstream.
-Un personaje articula todo el disco, "Shenobi", una suerte de chica ninja. ¿Cómo se os ocurrió?
-Nos inspiramos en un videojuego que había en los ochenta "Shinobi", que era un ninja que iba salvando a niñas secuestradas. A nosotros nos gustaba mucho poder colocar un personaje que hiciera de hilo conductor del disco, le dimos la vuelta al ninja y jugamos con el She (ella en inglés) y Nobi (crecimiento en japonés) y creamos Shenobi, que es como una mujer en crecimiento. A lo largo del disco, el personaje va atravesando cuatro rounds y se va empoderando; se va dando cuenta de cómo es la sociedad actual. El primer tema, "Origen", es instrumental y va colocándola fuera de su zona de confort, sale de su pueblo ideal y entra en la ciudad. Conocerá el tema de los refugiados, la esperanza y la desesperanza? y finalmente se da cuenta de que solo con amor podemos vivir en paz.
-¿Por qué optasteis por grabar en analógico?
-Es un sello de identidad, nos gusta mucho el vinilo y preferimos su sonido al del cd. Para que en vinilo suene así, orgánico, tenemos que grabar en analógico. Además, nos gusta poder grabar tocando todos a la vez y en este disco lo hemos podido hacer.
-¿Entonces es casi como un directo?
-Exactamente, lo grabamos todos juntos, música y voz, y nos quedamos con la mejor toma de cada canción. Eso da una sensación de directo y no parece nada enlatado. Al grabar así, además, las sensibilidades entre los músicos son diferentes y nos acercamos al sonido que más nos gusta para Freedonia.
-Siempre se destaca vuestro directo, también porque impresiona ver a nueve personas sobre el escenario.
-El color de los instrumentos es muy importante y tener una sección de vientos y el órgano Hammond, que da unos matices muy bonitos, hace que este concepto de banda llame la atención.
-Desde la batería, ¿qué destacas de vuestro directo?
-Creo que se podría resumir en mucha energía. Hay una sensación muy bonita después de cada concierto en Freedonia porque se generan unas energías muy bonitas entre el público y la banda. Y es importante recalcar la figura de Maika Sitté [vocalista] sobre el escenario. Yo desde la parte de atrás no le quito ojo. Aparte de que canta muy bien, ver como baila en directo es una maravilla.