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Nicolás Pastoriza: "El vinilo es la unidad de medida perfecta"

El gran Nicolás Pastoriza revela a VISADO la "cocina" de "Luna de Kubrick", que tras salir del horno del "crowdfunding" ya está "emplatado" en las tiendas

Nicolás acaba de poner en las tiendas su tercer álbum en solitario, "Luna de Kubrick". Y cuando decimos que lo acaba de poner, es literal: él mismo ha acudido a las tiendas de discos de Vigo, como la mítica Elepé, a dejar cedés, vinilos y camisetas, todo con diseños del músico e ilustrador tudense Víctor Coyote. También los sirve a través del correo electrónico. Es lo que tiene elaborar los discos "en horno de leña, y no en microondas", como dice el propio Nicolás. Como si fuera un Pepe Solla del pop, el músico vigués comenta para VISADO los ingredientes y la cocina de este delicioso "Luna de Kubrick". Aquí va la receta:

Elaboración casera. Bastan dos músicos, siempre que sean buenos, como Nicolás Pastoriza y Martiño Toro, y un estudio casero. "Llevar una banda es muy costoso -advierte Nicolás-. Martiño, que es un lujo, y yo, hacemos a dúo el grueso de las actuaciones. Hemos buscado un disco con impronta casera, hecho en pijama y bata, con un ambiente intimista. Hicimos otros recordings en casa de Iván [Ferreiro] y mezclamos con Luis Antelo en Estereoarte".

Utilice influencias de primera calidad. Esta es la lista de los diez discos en los que Nicolás se ha inspirado para grabar "Luna de Kubrick": Graham Coxon: "A+E". Damon Albarn: "Everyday robots". Kevin Ayers: "Joy of a toy". Syd Barrett: "The madcap laughs". Beatles: "Álbum blanco". Eels: "Daisies of the Galaxy". Vainica Doble: "Heliotropo". Carlos Berlanga: "Viaje alrededor". Francisco Nixon: "El perro es mío". The Magnetic Fields: "69 Love Songs".

Use un molde de "sampleautor". Las influencias de las que ha bebido Nicolás proceden de músicos, tanto populares como de culto, que han grabado sus discos en casa. Por ejemplo, los primeros álbumes de Paul McCartney en solitario, o el citado "Everyday robots", de Damon Albarn: "Es el último disco que más me gustó e influenció". Nicolás se autodenomina como "sampleautor" por el uso que hace de los samplers. "El formato de cantautor con jersey de lana y guitarra debería haberse reinventado unas cuantas veces", defiende. "Soy muy amigo de las maquetas. Suena un poco esnob decirlo, pero tienen sonoridad, captan la esencia de las canciones. Las sesiones del 'Abbey Road' de los Beatles son pura pornografía. Para el disco hemos sampleado bluesmen y cuartetos de cuerda. Mark Everett [Eels] y Beck son unos grandes sampleadores. Y los Beatles también lo hicieron, con otra tecnología, en 'Revolver' (1965)".

Emplee instrumentos extraños y juguetes diversos. La especial sonoridad y el ruido bonito de "Luna de Kubrick" proceden de instrumentos peculiares como el theremin, el mellotron -teclado sampler popularizado por el clásico "Strawberry fields forever", de los Beatles- y el tenori. Este último, aportado por Iván Ferreiro, suena en "Área 51" y "Sofá en forma de L". También tocaron el guitalele, una especie de ukelele de seis cuerdas que Nicolás descubrió cuando fue a tocar en el programa de Julio Ruiz en Radio3, y tuvo que comprarse en Madrid un instrumento pequeño que pudiese llevar en su vuelo de bajo coste. Además, usaron el mítico Casio PT-1, el teclado para chavales de los años 80, y pianos de juguete de los hijos de Iván Ferreiro. "Para preparar la gira tuvimos que ir al Centroxogo", asegura Pastoriza.

Componga y grabe con esmero. "Las canciones no se inventan, se descubren: están flotando y tú las atrapas", dice Nicolás, que se vale de un cuadernillo y de un dictáfono en el móvil para apuntar sus ideas musicales. "Lo que más me gusta es la composición: es como ver crecer al chaval, y te lo dice alguien que no es padre" [risas].

Agregue una pizca de conspiranoia. A Nicolás Pastoriza le fascinan las teorías de la conspiración, en las que se inspira con frecuencia. Para él, la "Luna de Kubrick", la historia según la cual el hombre no pisó el satélite, y lo que se emitió en 1969 fue un montaje del director británico, es "el primer fake de la era moderna, junto con la muerte de Paul McCartney. Me fascina que el alunizaje del Apolo XI fuese falso y que Kubrick dejase pistas de ello en sus películas". Para el músico vigués, los "reality" de la televisión son "otro fake", no reflejan la realidad, y ese modo fake se ha traspasado también a los debates políticos.

Hornee con series. Nicolás, devorador de series, ha incluido en su menú "The Enfield Haunting", que es "como una peli de miedo hecha por Ken Loach"; "Black Mirror" y "True Detective", de la que extrajo el título de la canción "Carcosa".

Sazone al gusto con especias británicas. A nadie de los que le conocen se les escapa que Nicolás, dedicado seguidor de los Beatles, de los Kinks y de Blur, entre otros grupos británicos, es anglófilo hasta la médula. Para él, la mejor música es la inglesa. Las mejores series, las inglesas. "-¿Y la mejor disciplina, es la inglesa?", nos maliciamos. "-¡Ahí no he llegado!" [risas].

Sírvase en vinilo, y al plato. Nicolás Pastoriza considera el vinilo "la unidad de medida perfecta de la música: puedes disfrutar leyendo la tapa y los créditos durante 45 minutos como si estuvieras en otro sitio. Por desgracia quedan cada vez menos tiendas de discos", dice.

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