Su potente efecto adelgazante ha disparado la demanda y los diabéticos no lo encuentran en las farmacias. El Ozempic está financiado por la Seguridad Social solo para pacientes con diabetes tipo 2, pero se utiliza cada vez más para combatir la obesidad. Los especialistas insisten en que nunca debería inyectarse para perder esos pocos kilos que, tras las fiestas, se reflejan en la báscula. Pero hasta que se recupere la producción la Agencia Española de Medicamentos pide que se dé prioridad a los diabéticos.