Una aleta en las cercanías de la orilla de la playa de Barra en Cangas alertó esta mañana al mariscador de Cangas Iago Cordeiro Avilés cuando frenaba a la almeja en este banco. Con su planeadora se acercó y pudo comprobar que se trataba de un tiburón Peregrino, de unos 2 metros de tamaño, que comía tranquilamente plácton con su boca abierta. Ni se asustó con la embarcación tan cerca "y siguió tan pancho" comiendo, asegura este marinero que nunca había visto uno de estos escualos vivo, solo varados en las playas. El tiburón nadaba a kilómetro y medio de la orilla del arenal, un paseo que seguramente continuará durante estos días por aguas de la ría de Vigo.