J.K. Rowling vuelve a encender la polémica por sus opiniones sobre las mujeres transgénero. La diferencia es que ahora la nueva ley de delitos de odio escocesa, como vemos en un video de campaña, castiga los ataques a las personas trans, incluidos los que utilicen las redes sociales. La autora de Harry Potter podría enfrentarse a una investigación y las penas en los casos más extremos pueden llegar a los siete años de prisión. Para ella las mujeres trans son todos hombres y no poder escribirlo en las redes sociales atenta, dice, contra su libertad de expresión. En un claro desafío invita incluso a las autoridades escocesas a que la detengan cuando regrese a esa tierra donde habitualmente reside. De momento, el primer ministro británico ha salido en su apoyo.