Hoy se cumplen 60 años del asesinato del más carismático de todos los presidentes de Estados Unidos. John Fitgerald Kennedy murió a los 46 años tiroteado en Dallas el 22 de noviembre de 1963. Un magnicidio que impactó en la autoestima de la sociedad americana. Los primeros llantos de conmoción en Dallas tienen su réplica en las larguísimas colas en el Capitolio y en la despedida marcial de John John ante el féretro de su padre en el cementerio de Arlington. Tan solo unos días antes, John y Jackeline sonreían esperanzados en el futuro de una nación que, desde entonces echa de menos esa imagen despreocupada.