El sonido de las gaitas y las panderetas y el olor a choripán han atraído desde este sábado a media mañana a miles de personas al Casco Vello. Por cada parte de Vigo que uno pasaba (O Calvario, Bouzas, Teis, Coia...), había grupos de amigos y familias que se dirigían al punto neurálgico en el que se celebra la Reconquista. Pese a unas ligeras lluvias a primera hora de la tarde, todas las calles de la zona vieja viguesa estaban a rebosar de personas, con momentos en los que era complicado caminar. La felicidad y el buen ambiente era palpable en los rostros de todos los que allí estaban.