Marcos iba en su taxi cuando tomó la rotonda que comunica Peinador con la Avenida del Aeropuerto. Su intención era hacer un cambio de sentido para regresar hacia al aeródromo y después coger la entrada a la autopista. Tomó el carril más externo de la glorieta (el de la derecha), y cuando se disponía a dar el primer giro, un camión se cruzó en su camino por el carril izquierdo y obligó a este taxista vigués a parar 'in extremis'.