Se trata de Márcio Filipe, cuyas habilidades más respetadas a nivel nternacional consisten en fijar los pies en paredes estrechas, pilares, barandillas o pasamanos. Además de impartir clases de esta arriesgada práctica en su país, recorre el mundo buscando retos que siguen sus más de 50.000 'followers' en Instagram.

En su visita a Vigo, hace un mes, dejó su huella como deportista de parkour en el entorno del museo MARCO y en la fachada del colegio Dr. Fleming, por la que descendió, como si nada, a través de su estructura de barandas.