Es un trabajo muy laborioso. Retiran una a una las almejas y lo berberechos incrustados entre las algas. Hace unos días, la arena de esta playa se tiñó de verde por una invasión de vegetación marina que está poniendo en serio riesgo al marisco. En solo tres días, han quitado alrededor de una tonelada de cría. Marisco que después devolverán al mar. Un esfuerzo titánico para salvar parte de la campaña del año que viene.