Esta es la historia de un sueño cumplido: la del niño de Oviedo que soñó, hace 45, con cantar como Frank Sinatra. Sí, se llama Antonio Cuesta y un regalo de Reyes, cuando tenía once años, le cambió la vida. Él siempre ha trabajado en la cafetería de su familia en un barrio humilde de Oviedo. Pero hace apenas tres años todo cambió, cuando su hermano se puso manos a la obra para que Antonio cumpliera su sueño. Sí, y ahora sigue poniendo cafés en su bar de siempre, pero también cuelga el cartel de no hay entradas en teatros y salas con su banda y una voz de la que se sentiría orgulloso el mismísimo Sinatra.