La aplicación de los superconductores, explicó en una nota la Fundación, "reduciría el coste del recibo de la luz entre un 15 y un 20 por ciento" al evitar la pérdida de energía que se produce actualmente en el suministro eléctrico.

Asimismo, "supondría un gran avance en el camino hacia la reducción de las emisiones de efecto invernadero a la atmósfera" gracias a este ahorro energético.

Algunos materiales, como el mercurio, se convierten en superconductores a bajas temperaturas y conducen la corriente eléctrica sin que se generen ni pérdidas ni campos magnéticos.

La superconductividad fue un descubrimiento de ciencia básica que ha alcanzado un ámbito de aplicaciones muy amplio: desde el almacenamiento de energía y la transmisión de corriente eléctrica sin pérdidas o el desarrollo de imanes muy potentes para la resonancia magnética.