A la presentación asistieron la consejera de Ciencia y Tecnología, Ángela Abós, y el rector de la Universidad, Felipe Pétriz, quienes mostraron una gran satisfacción por el resultado, así como una inmensa ilusión por que este proyecto haya podido salir adelante.

La recuperación de la tesis de Ramón y Cajal, un manuscrito que "estaba un poco olvidado", según el profesor titular de Anatomía Patológica en la Facultad de Medicina, Jesús Lázaro, coincide con la celebración del centenario de la concesión del Premio Nobel, en diciembre de 1906.

El Nobel le fue otorgado por sus investigaciones sobre la fisiología de las células nerviosas y la comunicación existente entre ellas por la sola contigüidad, y no por continuidad, como se había venido sosteniendo hasta ese momento.

Javier Lázaro, también adjunto al rector para la Facultad de Ciencias de la Salud, ha sido el responsable de transcribir la letra de Ramón y Cajal, así como de adaptar el lenguaje de entonces al actual, un proceso "muy complicado" que ha requerido la utilización de nuevas tecnologías, ya que ciertas palabras eran totalmente ininteligibles, aseguró.

El trabajo ha sido elaborado por la Universidad y cofinanciado por el Gobierno de Aragón y, por el momento, se han imprimido un total de 500 ejemplares de una tesis doctoral que esconde a un personaje que fue capaz de "saber ver lo que no se ve y de entender lo que se ve", y por la que obtuvo la investidura de Doctor en el año 1883.

En su contenido figuran tanto las calificaciones obtenidas como la propia Tesis doctoral, además de una transcripción de ésta adaptada a la ortografía moderna.

Santiago Ramón y Cajal, "cuya vida cambió al descubrir un microscopio", y que llegó a comprarse uno a plazos, dejó un "legado genial" y fue capaz de, "en ese bosque que es el cerebro humano", individualizar "el árbol y sus ramas", explicó Lázaro.

Felipe Pétriz opinó que esta edición es "paradigma de sobriedad y de buen gusto", desde el punto de vista de la encuadernación y de las ilustraciones, pero sobre todo hizo hincapié en que recoge la grandeza de un sabio y también de un genio que se refirió en alguna ocasión a la Universidad de Zaragoza como la institución que "formó mi intelecto y sació mi curiosidad de saber", recordó el rector.

Por su parte, la consejera Ángela Abós señaló que este libro "emocionante" también nos descubre a un hombre "humilde" que, a pesar de llegar a unas conclusiones que le valieron un Nobel, insiste en describirse como "normal, corriente, sin capacidades añadidas", posicionamiento "del verdadero intelectual", insistió.

Valoró enormemente poder tener en las manos un libro que reproduce los trazos de un científico y un hombre "inconmensurable" que además asumió "de forma ejemplar" todos los compromisos sociales que le eran propuestos.