La edición número 11 del Festival de Poesía Kerouac baja hoy el telón con un viaje poético a Cíes tras los versos con fragancia a sal que ayer ronronearon sobre un pantalán en la dársena viguesa.

Si algo hay que agradecer a este certamen es la frescura y calidad de sus propuestas, pero sobre todo ese ahínco a la hora de expandir los versos a los rincones de la urbe olívica.

Ronroneo. | // MARTA G. BREA

En la mañana de ayer, frente al Náutico, uno de los pantalanes flotantes sirvió de escenario mientras las terrazas vivían su ajetreo y los cursos de vela se desarrollaban entre la niebla rota por las sirenas de los barcos.

Con retraso por las pruebas de sonido, la primera en inaugurar la jornada –tras la presentación del codirector del Festival Marcos de la Fuente que también declamó– fue la poeta gallega Montse Villar que acaba de publicar su libro “Sulagar o soño” en gallego y castellano.

Su poema “Me enseñaron”, una confesión autobiográfica sobre su ‘casa quemada’ frente a las enseñanzas que le mostraron en su hogar familiar y que olvidó en busca de la libertad, fue uno de los escogidos para los primeros minutos de su recital.

También participó el vigués afincado en Madrid Le Voyeur para presentar su libro “Muerde aquel verso”, editado por Ya lo dijo Casimiro Parker.

“Publicar con ellos es un hito, una cristalización de diez años de carrera musical de Le Voyeur”, explicó a FARO antes de su actuación para añadir que se encontraba “muy contento de participar en el Kerouac. Encima del mar, un escenario así es idílico y solo puede pasar en Vigo. Soy vigués y volver a la tierra para tocar encima del mar es muy agradable”.

Otro artista que meció música y versos allí fue Ronroneo, con su particular y actualizada visión del bolero.

Alrededor, el público disfrutaba entre el que figuraba Goreti Carrera quien indicaba que “me parece muy buena idea el Kerouac. Todo lo relacionado con la poesía nos encanta”.

Leopoldo Lago, otro asistente apuntaba que “me parece perfecto que el festival se meta por todas partes en la ciudad, que envuelva Vialia. Es una pena que solo dure un fin de semana. Debería tener más apoyo institucional, del Concello”.