La influencer viguesa Lucía Bárcena, sorprendida por su novio a un mes de su aristocrática boda en Galicia

La boda del año, con la flor y nata de la sociedad española presente, será dentro de un mes en Galicia. El Pazo de Oca, en A Estrada (Pontevedra), acogerá el enlace del aristócrata Marco Juncadella Hohenlohe con la viguesa Lucía Bárcena, el próximo 24 de julio.

La influencer ya había disfrutado, hace unas semanas en la Ribeira Sacra, de su despedida de soltera,quecelebró por todo lo alto con sus amigas gallegas.

Pero el pasado 18 de junio, Lucía cumplía años, así que su novio le preparó una gran sorpresa, esta vez en Ibiza, que la dejó "en shock".

La escena muestra a Marco Juncadella en el salón de su casa, con Lucía de espaldas a la grabación, y en espera de algo, que le avisa, va a pasar. Mientras, su novio se aleja para sentarse en el sofá y hace una cuenta númerica: "¡Uno, dos y tres!". En ese momento, aparecen, de un salto por detrás del sofá varias amigas de la viguesa que estaban escondidas, y le gritan: "¡Felicidades!". Ella se lleva las manos a la cara, y tras unos segundos "en shock", como así reconoce en la story que cuelga en su perfil de Instagram, se abraza a su chico y se muestra feliz con la sorpresa, a la que alude como "mi tercera despedida de soltera".

Con esta inesperada visita que se produjo esta semana pasada, fueron días de celebración, por partida doble, para la influencer, que primero sopló sus 28 velas, y después tuvo una nueva despedida de soltera, esta vez en Canarias, y con un llamativo disfraz que las amigas suelen obligar a que luzca la protagonista del evento. En esta ocasión, Lucía, todo un icono en revistas de moda y redes sociales por mostrar y crear tendencia en el mundo de la moda, se enfundó un 'out fit' muy especial y voluminoso, que quizá copie alguno de los casi 340.000 mil seguidores que tiene en Instagram.

"El pollo y sus polluelos", bromeaba la novia en su publicación de redes que muestra varias fotos con el gracioso traje aviar junto a sus amigas, vestidas con un bañador negro. Después de desprenderse del disfraz, Lucía, con traje de baño blanco y algún que otro complemento alusivo a su futura boda, disfrutó de las Islas Afortunadas con sus amigas por tierra, mar y aire, momentos que compartió en algunas de sus stories.

Queda justo un mes para la aristocrática boda con marcado acento gallego, prevista para la víspera del Día de Galicia. Tiempo suficiente para que la novia del año pueda recibir alguna sorpresa más.