La Princesa de Asturias se encuentra “muy contenta e ilusionada” ante la perspectiva de ir en septiembre a UWC Atlantic College en el País de Gales (Reino Unido), donde cursará los dos años de Bachillerato Internacional, como lo hizo hace medio siglo la primera gallega que acudió a esa institución. Así lo aseguran fuentes cercanas a la Casa Real, que ha tomado una decisión muy meditada al elegir colegio para la heredera de la Corona.
Las mismas fuentes abundan en la firme intención de que la Princesa Leonor se integre totalmente en la vida del internado, hasta el punto de que no tendrá un preceptor específico ni lo que en otros tiempos podría considerarse “ayuda de cámara”, como sí tuvo su padre, Felipe VI, en sus dos años en la Universidad de Georgetown (Washington), donde estuvo asistido por el diplomático Enrique Pastor y el militar Ignacio Inza. En Lakefield School, el colegio canadiense en el que el Rey hizo su año previo a la Universidad, el programa educativo del heredero fue diseñado con ayuda de su tutor en el Colegio Rosales, Manuel Terán.
En el colegio de Ontario Felipe de Borbón era simplemente “Flip” para sus compañeros.
Tanto el Atlantic College como el Lakefield College comparten la filosofía educativa de Kurt Hahn, fundador de UWC y también del colegio del castillo de Salem (Alemania) al que acudió doña Sofía. En el colegio de Ontario Felipe de Borbón era simplemente “Flip” para sus compañeros.
Compartió una habitación de diez metros con el canadiense Christopher Dennis, hijo de un agente de Bolsa de Toronto y que hoy trabaja en el firma Stanley Morgan, y se levantaba cada día a las siete de la mañana. De su seguridad se encargó el Gobierno canadiense, hasta el punto de que un agente de la Real Policía Montada vivía delante de su habitación. Un equipo de seguridad español completó esa protección y un militar se encargaba de representar a su padre, el Rey Juan Carlos I, para las cuestiones diarias.
Ahora, la nueva etapa educativa de la Princesa Leonor cuenta con otros planteamientos. Se ha pensado en Gales como un lugar ubicado a una distancia prudencial de Madrid, para que la heredera pueda compaginar estudios con sus compromisos institucionales, como los premios de la Fundación Princesa de Asturias. También han pesado la filosofía de “transversalidad” del centro y las actividades tanto académicas como extraescolares. “Tres cuartas partes de los estudiantes están becados y la Princesa compartirá cuarto con otras tres jóvenes de otras nacionalidades y procedencias sociales”, detallan las mismas fuentes.
“Todo eso empuja hacia la apertura y la conexión social, algo muy importante en un mundo en cambio”, añaden. Esa apertura al mundo que vivirá Leonor también se manifestará en las actividades diarias en un centro especializado en adentrar a sus alumnos en las técnicas de rescates de naufragios.
