Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda se han visto obligados a pedir disculpas después de que haya aparecido en varios medios publicada una imagen en la que no respetaban la distancia social ni el uso de mascarilla durante sus vacaciones en Grecia. En la imagen aparecen con el propietario de un restaurante de Milos, una de las islas en la que el matrimonio ha recalado durante el crucero que están realizando a bordo de su yate.

"En los medios ha aparecido una foto en la que mantenemos muy poca distancia. En la espontaneidad del momento, olvidamos cumplir la norma. Por supuesto, deberíamos haberlo hecho. Porque el cumplimiento de las normas de protección es esencial para evitar contraer el virus estas vacaciones", exponen Guillermo y Máxima en un comunicado. E

n otras circunstancias, esa fotografía y otras que han aparecido de ellos navegando habría vulnerado las normas de la casa real holandesa, que no contempla la posibilidad de publicar imágenes de los reyes durante sus vacaciones privadas, pero la alerta sanitaria obliga.

Según el programa de noticias holandés RTL Nieuws, el dueño del restaurante reconoció también que "fue un error" no respetar la distancia. Guillermo portaba además la mascarilla en la mano.

"Puede parecer una foto inocente, pero en un momento en el que el primer ministro Mark Rutte repite sin cesar a los holandeses la importancia de cumplir las medidas sanitarias, no se puede concluir que el rey ha cometido simplemente un desliz", opinaba el especialista en realeza Sander Paulus.

Caso parecido

Algo parecido ocurrió hace unos días en Dinamarca. Durante su primer acto oficial tras las vacaciones, la princesa heredera Mary apareció sin mascarilla y, cuando un hombre le tendió la mano, ella se la estrechó.

Aunque quedó claro en las imágenes que fue un acto reflejo, la princesa no dudo en disculparse y, momentos después, compartió una fotografía suya en su cuenta de Instagram con mascarilla y un mensaje en el que reconocía su error.