El triunfo de España en el Mundial de Sudáfrica, del que se cumplieron ayer diez años, puso el colofón a una sensacional racha de la Roja, que ya había ganado dos años antes la Eurocopa, título que revalidaría en el 2012. Pero la competición no solo acaparó titulares por los destellos de los futbolistas con el balón o por la pasión con que se vivió la final entre España y Holanda y el gol de Iniesta que hizo que los gritos de alegría resonaran por todo el país. Dos jugadores de la selección acabaron siendo el foco de atención por temas más rosas que deportivos con todo lo relacionado con aquella competición, así como el futbolista portugués Cristiano Ronaldo, que dio a conocer por esas fechas que había sido padre por primera vez.

Aunque todavía no habían hecho pública su relación de manera oficial, hacía tiempo que sonaba el runrún que emparejaba a Iker Casillas, el portero y capitán de la selección de Vicente del Bosque, con Sara Carbonero, la periodista deportiva de Telecinco que el grupo Mediaset había enviado a Sudáfrica para cubrir el Mundial.

Los programas y las revistas del corazón se frotaban las manos buscando una imagen de ambos juntos en actitud cariñosa, y hasta se dijo que ella lo descentraba... Pero nadie se esperaba lo que se vivió tras la final. Ni siquiera la propia Sara, viendo su cara de perplejidad.

En mitad de la entrevista que la periodista le hacía a un Casillas eufórico por la victoria, él le expresaba a Carbonero cómo se sentía en medio de constantes miradas de complicidad. "Estoy muy contento. Creo que nos lo hemos merecido de principio a fin. Se lo agradezco a la gente que me ha apoyado siempre, a mis padres, a mi hermano...", comenzaba, para después empezar a balbucear emocionado antes de estamparle un inesperado beso en la boca a la periodista delante de las cámaras de Telecinco. "Y a ti", culminaba, para marcharse rápidamente de escena y dejar a Sara totalmente descolocada, con los aplausos de los allí presentes sonando de fondo. Este alarde de espontaneidad de un siempre comedido Casillas sirvió para que el guardameta cerrara la boca de los que habían criticado a su novia por distraerle durante el campeonato de fútbol.

El beso que se convirtió en fenómeno viral y que se pudo ver en las televisiones de todo el mundo fue la confirmación oficial de su relación, que sigue en buena forma diez años después y de la que han nacido sus dos hijos: Martín, de seis años, y Lucas, de cuatro.