| El Papa ha diferenciado a pecadores de corruptos en su homenaje a la estatua de la Virgen María de la Piazza Mignanelli, junto a la Plaza de España de Roma (Italia), con motivo de Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen. "Un pecador es quien cae, se arrepiente, confiesa su pecado y se levanta de nuevo, con la ayuda de la misericordia de Dios", ha dicho el Papa, mientras que "un corrupto lleva la connivencia hipócrita con el mal". "La corrupción del corazón, que se muestra impecable por fuera, pero por dentro está lleno de malas intenciones y mezquinos egoísmos", ha añadido. Este homenaje es una tradición desde 1953, y que testimonia la relación del obispo de Roma con su ciudad.