Navia de Suarna, un pueblo de poco más de 1.000 habitantes de la zona de Os Ancares en Lugo, recibió ayer como si se tratara de una fiesta el preestreno de "O que arde", la película de Oliver Laxe, en la que toda la región se involucró para rodar la historia de un mundo "que se muere y se rebela".

A pesar de que la lluvia amenazaba, el cielo se despejó a media tarde en Navia de Suarna y sus habitantes comenzaron a agolparse en la plaza central del pueblo, en la que se situó una gran carpa y, dentro, una pantalla y sillas de plástico, para que nadie se perdiese el gran evento. Un cine de verano en pleno octubre.

Con la llegada de Oliver Laxe y los actores comenzaron a sonar las gaitas y el jolgorio empezó a ser mucho más evidente.

En el pueblo instalaron un photocoll, se movilizaron los medios de comunicación y tanto Laxe como los actores protagonistas, Amador Arias y Benedicta Sánchez, causaron sensación.

"Oliver rodó la película en Os Ancares y lo lógico es que se haga la presentación aquí", cuenta orgulloso Gerardo, uno de los vecinos de Navia de Suarna, que aseguró a Efe que en los meses en los que el equipo se desplazó para la película "participó todo el pueblo" y se "involucraron mucho".

Lo mismo contó Óscar, un joven ganadero que prestó sus vacas para la película y que comentó que en Navia han vivido todo el proceso de la película con "mucha ilusión".

"Todo el mundo colaboró en todo lo que pudo y hemos descubierto también el mundo del cine porque aquí nadie sabía cómo iba eso", asegura Óscar, que, sin embargo, piensa que a través de "O que arde" mucha gente podrá descubrir también "qué es eso de la ganadería".

Así las cosas, los vecinos no pudieron esconder su felicidad ante la proyección de una película que se rodó en un entorno rural, que contó con gente del rural para hacerse realidad y que además ganó varios premios en los pasados festivales de Cannes y San Sebastián.