El sacerdote y fundador de Mensajeros de la Paz, Ángel García, más conocido como Padre Ángel, cuenta en su libro 'Un mundo mejor es posible' (Alienta) que en una ocasión recibió un billete de 2.000 pesetas del dictador Francisco Franco para su ONG, quiso devolverlo por parecerle "muy poco" y al no poder hacerlo, lo enmarcó para no gastarlo nunca. Esto ocurrió cuando el sacerdote vivía en Asturias, su tierra natal, donde había fundado con su amigo y también cura Ángel Silva la Asociación Cruz de los Ángeles. La idea era proporcionar a los niños de la calle un sitio que fuese lo más parecido a un hogar. En poco tiempo las casas se les llenaron de jóvenes y tuvieron que ir a Madrid a buscar apoyos. Fue en este contexto en el que Franco les concedió una audiencia. Corría el año 1972 cuando el grupo de jóvenes de la asociación, incluido el Padre Ángel, se trasladó hasta Madrid en un seiscientos.

"Le dije a qué nos dedicábamos y le pedí dinero. Nos dijo que nos ayudaría y salí de allí más contento que unas castañuelas. Pero para mi sorpresa, días después me hacen llegar un sobre con la aportación del Caudillo... ¡y solo había 2.000 pesetas! ¿Qué pensaba que íbamos a hacer con eso? Me pareció muy poco", recuerda en el libro.

Sin embargo, hay algo en el relato del padre Ángel que no encaja: los billetes de 2.000 pesetas no se introdujeron hasta 1980. De hecho, hasta 1976 (ya muerto Franco), cuando se introdujo el de 5.000 pesetas, no había billetes de mayor valor que mil pesetas.