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Jorge Lucas: "Ojalá el cáncer me hubiera llegado antes para poner las cosas en su sitio"

"Nunca tuve miedo, pero claro que he pensado en la muerte muchas veces"

Jorge Lucas.

El actor Jorge Lucas ha vuelto este año a los escenarios y lo hace más feliz que nunca tras superar un cáncer de estómago, una enfermedad que le ha dado más de lo que le ha quitado y a la que le está "agradecido". A punto de cumplir 46 años, es la primera vez que apagará el teléfono para tomarse unas vacaciones, ahora que ha aprendido a decir que no a lo que no le apetece, a pasar más tiempo con su familia y sus amigos, a valorar las cosas que realmente importan de la vida. En septiembre publicará un libro contando su experiencia con la enfermedad, "Son muchas cosas, diario de un enfermo feliz", un libro contando su experiencia vital.

-¿Cómo está tras superar el cáncer?

-Estoy fenomenal, acabando la maleta porque llevo dos años sin pisar la playa por culpa del cáncer y nunca en mi vida me había tomado unas vacaciones como me las voy a tomar este año. Después del cáncer la vida me ha cambiado totalmente, ya lo he dicho muchas veces, ojalá el cáncer me hubiera pasado antes.

-Perdone, pero da cierto respeto escucharle decir eso.

-Hombre, ojalá no hubiese pasado por los días difíciles que he tenido que pasar, pero la enfermedad fue un aviso. Cuando la vida te pone una prueba es por algo, y creo que para mí el cáncer era necesario porque vivía absorbido por los castings, jamás decía que no a un evento, no veía a penas a mi familia ni a mis amigos, no tenía tiempo para nada. Ahora he aprendido a decir que no. No siempre hay que quedar bien y ahora soy yo el que manejo mi vida y el que manda en este guion.

-Siempre le hemos visto optimista, pero supongo que habrá pasado días duros, ¿no tuvo miedo?

-El día más duro fue cuando se lo tuve que decir a mis padres, son personas mayores y no quería que tuviesen que pasar por esto, tardé doce días en decírselo. Eso sí, les dije que esto era un proceso que tenía que pasar yo solo, claro que tuve su apoyo, pero no quería que sufrieran por mí, o al menos que fuese lo menos posible. Ese día cuando se lo dije a ellos fue también el día que colgué la foto en Instagram y la gente se volcó conmigo de una manera que fue impresionante. ¿Que si tuve miedo?, miedo no he tenido nunca, aunque claro que he pensado en la muerte, muchas veces.

-¿Qué supuso para usted ese apoyo masivo que tuvo en las redes sociales?

-Ese apoyo supuso gran parte de mi curación, no sé por qué aquel día colgué la foto desde la Fundación Jiménez Díaz, pero la respuesta fue maravillosa y sigo manteniendo contacto con mucha gente que se ha curado y a otros a los que sus familiares se les han ido. La verdad que yo no sé de dónde me ha salido la fuerza con la que me he enfrentado a la enfermedad. Yo soy un enfermo más, pero intenté asumir lo que pasaba con la mejor actitud y asumiendo también que si te tienes que ir el tiempo que te quede hay que disfrutarlo. Tengo muchos mensajes guardados que cada vez que los leo aún lloro. La gente es maravillosa.

-En septiembre publica "Son muchas cosas, diario de un enfermo feliz". ¿Lo escribió en su convalecencia?

-Parte en el hospital y parte después. Me pedía el cuerpo contar mi experiencia y quiero que la gente que esté pasando por esto se ría, como lo hice yo cuando me quedé calvo o cuando me levantaba y tenía la cara como Carmen de Mairena. El prólogo me lo ha escrito mi gran amigo Miguel Poveda. No creo que sea un best seller pero si sirve para que la gente que esté pasando por un cáncer lo pase de una forma más llevadera, pues genial.

-Le conocimos como el jefe de "Yo soy Bea", ¿qué recuerdos mantiene de aquella etapa profesional?

-Fue una etapa muy loca de mucho trabajo, pero fue un trabajo brutal. En aquella etapa era una locura salir a la calle, hace poco nos reunimos en una cena de amigos, de compañeros y hasta fue noticia. El capítulo de mi boda con Richard que se emitió en prime time fue brutal, al día siguiente no podíamos ni salir a la calle. Pienso en Maira Gómez Kemp cuando solo había dos canales de televisión y digo ¡madre mía aquello sí que era fama!

-¿Y usted esto de la fama cómo lo lleva?

-Soy una persona muy normal que sé de dónde vengo, me pagué mi carrera limpiando cristales y poniendo copas y en el momento en que empecé a hacer teatro no paré, he hecho cosas mejores y cosas peores, mierdas también para que nos vamos a engañar como todos los actores, pero yo sabía que el éxito de "Yo soy Bea" era pasajero. Lo importante para un actor es crecer profesionalmente.

-¿Tuvo miedo de que no volviera a sonar el teléfono tras la enfermedad?

-Pues sí, a eso sí. Cuando me dieron el alta a los dos o tres días entró el bajón de verdad, lo que no me había pasado en todo el proceso y el médico me dijo que era normal, tenía que pasar el luto. Y luego está el miedo a que no te vuelvan a llegar, pero afortunadamente llegó el regalo de interpretar "Mi última noche con Sara".

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