No hay nada más engorroso que sacar la ropa de la lavadora y que salga oliendo a humedad o manchada. Esto se debe a los hongos y el moho que se genera en algunas partes de este electrodoméstico como el cajetín, el depósito de agua o la goma de la puerta.
Para evitar este tipo de situaciones deberás prestar atención a la limpieza de tu lavadora y tratar de prevenir el moho con una buena ventilación del bombo. En los casos en los que la suciedad y los malos olores ya se hayan apoderado de ella, puedes poner en práctica el sencillo truco del limón, que te ayudará a desprederte de ellos por completo sin necesidad de usar lejía, que puede dañar nuestra lavadora y nuestra ropa.
Lo único que tendrás que hacer será una mezcla de una taza de vinagre blanco, gran limpiador, y el zumo de un limón. Después cola el líquido resultante en un spray y pulveriza el cajetín de la lavadora, donde vertemos el detergente y el suavizante. Dejando actuar cinco minutos esta mezcla, será más sencillo eliminar con un trapo los restos de detergente y el moho del cajetín.
Este truco también sirve para limpiar la goma de la puerta de la lavadora, las juntas y el bombo. Además, para una limpieza más profunda, podrás verter el resto de mezcla en el tambor de la máquina y poner un ciclo de lavado corto con agua caliente
También podrás partir un limón en dos, aplicar pasta dental en ambas caras del limón, meter los dos trozos en la lavadora y poner un ciclo de lavado completo. Para mayor limpieza podrás impregnar la goma de la lavadora con un buen chorro de vinagre blanco y algo de bicarbonato. Y si queremos darle un toque de buen olor a nuestra ropa, a la vez que combatimos la acumulación de moho, podemos agregar unas gotitas de aceite esencial de árbol de té en el cajetín junto con el detergente.