Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Luis Alberto Segura: "Haberme arruinado con la música me ayudó"

El mallorquín comienza en Galicia un ciclo de acústicos con banda para repasar su carrera, en la que pasó de invertir todo en un disco a fichar por una multinacional

Luis Alberto Segura, el fundador y compositor de LA.

A Luis Alberto Segura lo guía el tesón, el mismo que hizo que siguiese adelante con sus proyectos cuando en 2005 se gastó los 4.000 euros que le quedaban de ahorros en producirse su disco doble, con trípticos incluidos. Pero, poco después, su "Heavenly hell" llegó a manos de Universal y todo cambió. El domingo actúa en la sala Capitol dentro del ciclo SON Estrella Galicia en su mejor momento, con canciones como "Stop the clocks", "Dualize", "Under radar" o "In gold" en la memoria sentimental de una generación. La conversación se interrumpe unos minutos por la aparición de una de sus hijas en escena.

-¿Cómo lleva la gira con la paternidad?

-Es muy complicado, tío. Lo hago desde que la primera tenía seis meses y, poco a poco, me hago a la idea, pero no te acostumbras. Tengo una de dos años y medio y otra de cinco meses. Este verano empezarán a venir conmigo.

-Es la primera vez que va a actuar en acústico con dos personas más y no usted solo en el escenario.

-Tras haber hecho mogollón de acústicos solo y tras una gira de shows en azoteas, me planteé algo con banda o semibanda y se me ocurrió este formato trío, más improvisado, sin el kit de siempre. Es algo diferente y nos salimos de la versión original del tema y del directo. Son cuatro efectos, dos guitarras, batería y a ver qué sale. Es algo kamikaze.

-¿Es el primer concierto así el del domingo?

-Sí. Es algo nuevo que nos apetece mucho para salirnos del ruido del rock y de la guitarra sola con voz.

-¿Es más difícil llevar este "From the city to the ocean side" al acústico con esas capas, sintetizadores, saxos??

-Sí, pero mis canciones salen de guitarra y voz, luego las visto en el estudio y las interpretamos en directo. Vuelvo un poco atrás, al embrión de la canción. Además, vamos a tocar todo; yo, por ejemplo, voy a tocar la batería otra vez. Iremos probando canción por canción lo que apetezca.

-Y en formato más íntimo...

-Sí, son aforos de 200 o 250 personas. En algún caso tocaremos en una terraza, una biblioteca... Son sitios atípicos. Llevaremos el Ocean Tour a un extremo al que no lo hemos llevado.

-Es un poco volver a los orígenes tras una gira con escenarios grandes por Europa.

-Volvemos al club pequeño, sí. De aforos grandes y festivales este verano, a algo más pequeño.

-¿Tirará de repertorio o solo del nuevo disco?

-Cada noche tocaremos canciones diferentes, con temas que no hemos hecho desde hace años como "Elizabeth" o "Evening Love", y también alguna versión.

-Hablemos del pasado. Ahora tiene una carrera asentada, pero en su primera época se arruinó por editar un disco en solitario.

-Te voy a ser sincero. Nunca pensé en ir más allá. Me arruiné por el capricho de tener un tipo de edición que me obsesionaba y sacar un disco doble, con un tríptico de cartón que se abría, con varias tarjetas dentro...

-Muy típico de estos tiempos de Spotify.

-Sí (risas). Fue una locura. Fue en 2005, casi no había piratería. Era un suicidio sacar algo así. Me costó unos 4.000 euros. Yo hacía bolos por ciento y algo de euros y no tenía más curro. Coincidió en una etapa en que me emancipé y fue un suicidio. Pero estoy contento de aquella época. Fue mi primer disco de distribución nacional.

-¿Fue antes del éxito de "Heavenly hell"?

-Sí, fue el "Welcome Halloween", dos años antes. "Heavenly hell" iba a ser mi cuarta ruina, pero cayó en manos del presidente de Universal y cambió todo.

-Y ahora su carrera, ¿cómo la ve?

-Veo todo esto como algo normal cuando amas la música y sientes devoción por el formato, por componer, crear y editar discos. Fue algo necesario. Sacar tres discos, que te los devuelvan, que nadie te haga caso más allá de los acústicos que hacía en Palma... era una ruina. Eso te sitúa muy bien, aunque dos años después estuviese firmando un contrato con una multinacional. Eso, y arruinarme, me hizo callo y ser quien soy, me ayudó. No hubiese cambiado haber tenido éxito con el "Welcome Halloween". Vi que hacer música no es solo éxito, sino amor y devoción. Sigo obsesionándome con hacer una portada de tal tipo, con un vinilo... A otro nivel, pero sigo arruinándome igual.

Compartir el artículo

stats