No mira al pasado más de lo necesario, pero proviene de una generación plagada de mitos del rock que fueron sus amigos y se quedaron en el camino, desde Janis Joplin a Jim Morrison, de Jimi Hendrix a Brian Jones. Eric Burdon, inglés, 72 años, es una de las más destacadas figuras blancas del blues...y es mucho más que eso. A dos semanas de su regreso a Vigo, concedió en exclusiva esta entrevista.
-Su concierto de hace treinta años en Vigo todavía es muy recordado en esta ciudad. ¿Guarda usted algún recuerdo especial de aquel concierto en el que, por cierto, salió al escenario a cantar con muletas?
-Lo recuerdo, sí. La verdad es que tener que actuar así, con muletas, fue bastante doloroso para mí pero, bueno, al final pudimos sacar el concierto adelante, y aquella fue una noche maravillosa, al punto que deseaba volver a actuar en Vigo desde hace tiempo, puede decirse que desde hace 30 años.
- "Til your river runs dry", su último disco, ha recibido críticas muy elogiosas. Hay incluso quien opina que es el mejor disco de su trayectoria, que se convertirá en todo un clásico. ¿Está usted de acuerdo?
-Gracias por sus elogios y me alegro de que haya gente que opine tan favorablemente de este disco, porque para mí es un álbum muy especial. No sé si "Til your river runs dry" se convertirá en un "clásico", porque esa es una cuestión en la que solo el tiempo tiene la palabra, lo que sí puedo asegurarle es que se trata del disco más personal de toda mi carrera.
-Entre las canciones de su disco figura una, "Wait", de ritmos latinos, todo un bolero. ¿Se inspiró en algún músico hispano para ponerle la música a esa canción? ¿Le gusta la música latina?
- Me encanta la música latina, desde la brasileña hasta la cubana, pasando por el flamenco, sobre todo los cantaores, a los que admiro. También me gusta la guitarra tradicional española, cuyo sonido yo lo siento muy relacionado con la música de Oriente Medio. Con respecto a "Wait", si antes le he dicho que éste es mi disco más personal, ahora le confieso que "Wait" es quizás la más personal de todo el álbum. La letra la escribió mi esposa, que es griega, y su mensaje es el de no renunciar nunca a la esperanza de encontrar a la persona de tu vida, a tu "media naranja", como se dice en España. Algo parecido me ha ocurrido a mí: mi "media naranja" tardó en llegar, pero llegó, y por eso pienso que valieron la pena tantos años de espera.
-En "27 forever" recuerda a grandes estrellas que se murieron a la edad de 27 años: Hendrix, Janis Joplin, Morrison, Kurt Cobain, también Amy Winehouse. ¿Qué le motivó a escribir esa canción?
-Es una canción especialmente dedicada a todos mis amigos que murieron a los 27 años de edad. Cada uno de ellos supuso una pérdida tremenda, pero sus estrellas siguen brillando aunque sus almas ahora estén en el más allá.
-La maldición del "Club de los 27"?.¿Qué ocurre a los 27 años?
-Bueno, es una edad complicada en la que la persona está a punto de alcanzar la edad adulta y se ve obligada, incluso presionada, a abandonar la adolescencia para enfrentarse a las responsabilidades que supone convertirse en "alguien mayor". Pero sucede que no todas las personas están preparadas para ello, no todas lo asumen, no todas han llegado a ese grado de madurez?Y si , encima, durante tu vida has recibido elogios y ya has alcanzado la fama y la gloria, te vuelves más débil emocionalmente, te cuesta mucho más asumirlo, y entonces ocurre lo que fatalmente le ocurrió a mis amigos.
-¿Y eso cómo se supera?
-Reconozco que es difícil, pero digamos que todo consiste en resistir, en sobrevivir como sea y, al paso de los años, te das cuenta de que esa resistencia ha merecido la pena. Y para eso hay que estar vivo, claro.
-En "Invitation to the White House" el protagonista es Obama. ¿Se siente satisfecho por lo que ha hecho el presidente o cree que ha decepcionado a mucha gente que le votó?
-Está a punto de terminar su mandato y yo todavía no he recibido ninguna invitación para acudir a la Casa Blanca (risas)?Y la verdad es que no es mi intención hablar de política con él porque, sabiendo como sé que es de Chicago, y que por lo tanto conoce muy bien el blues, nuestra conversación se centraría seguramente en la música, que es algo que une mucho ¿verdad? Yo entiendo que haya mucha gente decepcionada con Obama, pero creo que el presidente se ha preocupado y ocupado de muchos de los problemas que padecen Estados Unidos y el mundo entero, desde el racismo hasta el calentamiento global. Debemos tener en cuenta que heredó una situación bastante complicada y, desgraciadamente, se necesita mucho tiempo no solo para detectar lo querealmente le pasa a la gente sino, y sobre todo, para corregir los errores del pasado. Personalmente, me sentiría muy satisfecho con que Obama culminase su presidencia consiguiendo una sensible mejora en los sistemas de Educación y Salud, algo que para mí resulta fundamental.
-Y por lo que a usted respecta ¿sigue creyendo en la política y en los políticos?
-Yo sigo pensando que hay muchas personas que entran en la vida pública para servir a la gente y mejorar las condiciones de vida de las personas y de su país. El Dalai Lama, por ejemplo, es un gran político, un político cuya misión es la paz. También John Lee Hooker, el legendario bluesman, fue un excelente político (risas). ¡Yo tuve una camiseta que decía "John Lee Hooker for president"!?Bueno, en serio, lo mío no es la política, es la música?.aunque le confieso que una de las canciones de este disco, "Water", está inspirada en una conversación que mantuve con Mijail Gorbachov.
-Algunas de sus canciones son excelentes poemas. ¿Lee habitualmente poesía? ¿Cuáles son sus poetas favoritos?
-Cuando residí en Mallorca, tuve por vecino a Robert Graves, un gran poeta del que aprendí el poder de las palabras. Otra poeta, Maya Angelou, me ha servido de gran inspiración pero, sinceramente, para mí la Poesía, con mayúsculas, continúa siendo un viaje de aprendizaje en el que voy descubriendo cada vez más cosas nuevas.
-Un poeta español escribió que "la poesía es un arma cargada de futuro". ¿También las buenas canciones pueden ser un arma?
-Las mejores canciones, como los mejores poemas, hablan del presente de una manera tal que hasta semeja que pueden predecir el futuro, porque vienen de una conciencia de lo que es "actual" que resulta invisible para la mayoría de la gente, hasta que ese poema, o esa canción, señala lo que nadie veía y, sin embargo, era lo obvio, estaba ahí, delante de nuestras narices. Para mí, el blues es la verdadera poesía americana y en ese sentido, yo sí creo que también una canción, una buena canción, también puede ser un arma cargada de futuro.
-¿Le molesta que alguna gente le siga identificando como "el artista que canta House of Rising Sun"?
-No es malo que a uno le relacionen con una canción que ha significado tanto para mucha gente, pero yo felizmente no me he quedado en 1964, sino que estoy en constante evolución, intentando explorar nuevos territorios para mi música.
-John Mayall y usted comparten varias cosas: ambos son británicos, ambos de raza banca, y ambos cantan blues?. ¿Qué diferencia existe entre el modo de hacer y de entender el blues de John Mayall y el de Eric Burdon?
-Tanto Mayall como yo, y muchos otros más, empezamos con Alexis Corner como principal influencia. Recuerdo que John estaba en la banda de Alexis cuando yo escuché a ambos en directo por primera vez en Londres. Reconozco, por lo tanto, el influjo de estos maestros, pero creo que mi blues se desvió, casi desde mis inicios, hacia un terreno digamos que más psicodélico. Años después, realicé sendos viajes por África y América, y me di cuenta de que nuestras raíces son las mismas y que, aunque anduve por otros caminos, al cabo todos ellos acabaron por hacerme regresar de nuevo, y creo que definitivamente, al blues.
-Usted vivió los tiempos más creativos del rock, los de las décadas de 1960 y 70. ¿Cree que en el siglo XXI se pueden hacer cosas nuevas dentro del rock o todo lo más tratar de mejorar fórmulas ya inventadas?
-Siempre es posible hacer algo nuevo y, hoy en día, con todas las posibilidades que hay, tanto a nivel técnico como de conocimiento de la música de todo el mundo, se pueden hacer múltiples combinaciones, muy buena música, vaya. Lo que sí se puede echar en falta es que salga algún chico o un grupo de chicos, pongamos un Bob Dylan, unos Bealtes, o por qué no, unos Animals (risas), que señalen a los jóvenes la nueva dirección?.Pero eso sucederá, como suele pasar, cuando nadie se lo espere.
-Con el nombre de The Animals (o sin él) usted ha liderado numerosos grupos ¿qué le exige usted a un músico que quiera formar parte del grupo de Eric Burdon?
-Ante todo, que sea persona, es decir, alguien con quien yo pueda, además de trabajar, tener una buena relación personal. Yo no quiero músicos que solo vengan a tocar y se marchen a su casa al acabar los conciertos. Necesito que me ayuden a crear "buen ambiente" entre el grupo y, por supuesto, que sean unos buenos profesionales.
-¿Cómo se las ha arreglado para mantener en tan buena forma su voz?
-¡Casi me da rabia admitir que no he hecho nada especial para ello! Digamos que cuando nací debí haber sido bendecido con una voz que no ha cambiado con el paso de los años. Por lo demás, ¿qué puedo decirle? Me gusta comer bien, beber buen vino (una copa o dos, no más) y no fumo tabaco.
-¿Algún mensaje especial para el público que acudirá a su concierto en Vigo?
-Pues que venga y disfrute, tanto de lo nuevo como de lo viejo. Que cada cual cante las canciones ya conocidas y se anime a explorar conmigo los nuevos territorios musicales de las que no conozca.
Memoria de un autógrafo
- Hasta donde recuerdo, el concierto de Eric Burdon en Castrelos de hace treinta años (¡¿treinta años?!) no fue precisamente una avalancha de público. Lo que dejó huella en todos es que salió con una pierna escayolada apoyándose en muletas, más tarde un gesto bastante habitual en nuestro rey emérito. Ni se le ocurrió sentarse. Lamento no recordar exactamente la lista de canciones, pero sí que cayeron clásicos de los Animals, claro. Y digo que no había mucha gente porque, al acabar, no tuvimos ningún problema en pasar al camerino (entiendo que el organizador era Bibiano Morón). Ahí sí que ya estaba sentado el pobre hombre. Un servidor llevaba una camiseta de Red Lick Records, una tienda británica de venta por correspondencia de discos de blues con un catálogo que nos fascinaba: aún existe en la red. La camiseta tenía una foto del Muddy Waters de los cincuenta. Supuse que no sería una exageración pedirle que me la firmara y efectivamente lo hizo. En realidad, me hubiera bastado con darle la mano al Hombre, pero de paso me llevé ese autógrafo. La camiseta pasó a la categoría de poster colgado con chinchetas en mi habitación. ¿Que dónde está ahora mi autógrafo de Eric Burdon? Puede que en el fondo de alguna caja donde guardo camisetas antiguas o puede que volara al espacio exterior en alguna mudanza apocalíptica?*Líder del grupo vigués Siniestro Total
