En un incendio en Valencia
El infierno de Miguel en la séptima planta: "Me he quedado sin nada, 50 años de recuerdos quemados"
Un vecino del edificio calcinado en Maestro Rodrigo cuenta cómo perdió todo en cuestión de minutos
Gonzalo Sánchez
"Hay fuego en tu rellano". Miguel Rodríguez recibió esta llamada en su oficina a las seis de la tarde y salió disparado hacia su coche. Tardó 20 minutos en llegar, pero su piso ya estaba ardiendo. Se sentó en el suelo, se echó las manos en la cabeza, y vio desde lejos como lo iba a perder todo.
A Miguel se le truncó la vida en minutos. Su apartamento de la séptima planta no tardó en arder "como una cerilla". "Se te cae el mundo encima porque ves que los recuerdos de 50 años se te queman. Me he quedado sin nada", lamenta desde casa de sus padres. "Recuerdos de un ser querido, fotos de un viaje especial... Todo se ha perdido para siempre", se lamenta.
"Volver a vivir con mis padres"
Pese a todo, dice que se siente un afortunado porque no ha tenido pérdidas personales. "Gracias a dios lo mío es material y lo recuperaré. Tengo la suerte de tener a mis padres cerca, ahora toca una temporada viviendo con ellos", explica.
Cepillos de dientes y calzoncillos
Cepillos de dientes y calzoncillos "Uno no se plantea estas cosas, pero lo primero que hace uno cuando lo pierde todo es ir a comprar cosas como cepillos de dientes o calzoncillos", explica Miguel, que es lo primero que ha hecho hoy.
"Damos por hecho muchas cosas en la vida, como tener casa, ropa, agua para lavarte... Hasta que todo se derrumba y de repente te ves comprando esto", explica después de llegar del supermercado. Aunque suene frívolo, es el primer paso para arrancar de nuevo.
Miguel ahora tiene que empezar de cero su vida. Dice que lo hará, que saldrá adelante, pero de momento no ha tenido tiempo para procesar el vuelco que ha dado toda su realidad.
Un fallero con una niña
Miguel estaba separado y vivía de alquiler en ese apartamento desde hacía un año. Su niña iba a verle a semanas, y afortunadamente ninguno de los dos estaba en casa durante el pavoroso incendio.
Además, Miguel es fallero de la comisión Maestro Rodrigo, donde hay otras 12 personas afectadas, entre ellas varios menores. El casal fallero ha abierto sus puertas esta mañana para recoger donaciones de ropa, zapatos y productos de higiene para las familias.
Lo que más sorprende e indigna a Miguel es lo rápido que prendió el edificio "para ser una finca moderna". "Nos vendieron que era una finca tecnológica con las primeras calidades y después ves que ardió como una caja de cerillas", reivindica.
Pesadilla de fuego y agua
En realidad Miguel recuerda poco de aquellos momentos debido al shock y los nervios. "Yo solo veía fuego, agua y bomberos mientras estaba sentado en el suelo. Pero lo que más sentía era una impotencia terrible", explica Miguel.
Quien advirtió a los vecinos y salvó muchas vidas fue el conserje, que fue llamando puerta a puerta para desalojar el edificio mientras venían los bomberos, que tienen un parque muy cercano al edificio. "Los bomberos tardaron mucho en venir y no sé por qué, quizá no se esperaban algo tan masivo, pero cuando llegaron sólo pudieron refrigerar los edificios de al lado para evitar que el fuego saltara, ya no había forma de apagar la finca", rememora Rodríguez.
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