Muere un policía nacional gallego en un tiroteo cuando lo iban a arrestar en una gasolinera de Burgos

Los hechos ocurrieron esta madrugada en Villagonzalo Pedernales | Al parecer, el agente huía desde Galicia, donde estaba siendo investigado tras robar el arma a un compañero

Gasolinera de Villagonzalo Pedernales (Burgos) donde fue abatido el agente de la Policía Nacional

Gasolinera de Villagonzalo Pedernales (Burgos) donde fue abatido el agente de la Policía Nacional / Santi Otero / EFE

R. V.

Un policía nacional, de 46 años y destinado en la comisaría de A Coruña, ha fallecido esta madrugada en un tiroteo que se ha producido a las 3:30en una gasolinera situada a la entrada de la localidad de Villagonzalo Pedernales, en Burgos. Los hechos ocurrieron cuando se intentaba arrestar al agente.

Según han informado fuentes de la Guardia Civil, que investiga las causas de lo sucedido, al fallecido se le seguía desde Galicia. El Instituto Armado fue alertado de que iba a atravesar la provincia de Burgos, por lo que se le interceptó en la A-231.

En ese momento, el agente sacó un arma y comenzó un tiroteo contra los guardias civiles, tras lo que logró darse a la fuga para refugiarse en la gasolinera. Allí volvió a ser cercado por patrullas de la Benemérita y de su propio cuerpo, la Policía Nacional.

"Tirando al hombre"

El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, ha explicado que "hubo muchos disparos y se producen además tirando al hombre", en referencia a que cuando el agente fallecido se apeó del vehículo descargó su arma con la intención de dar a quienes pretendían interceptarle.

"Ha habido serio riesgo para la vida de los agentes, pero al estar al frente en la provincia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado me congratulo de que no ha habido que lamentar ningún herido entre los miembros del operativo", ha insistido de la Fuente, quien, en cualquier caso, ha calificado lo ocurrido de "hecho trágico porque supone la pérdida de una vida".

El servicio regional de emergencias 112 recibió después una llamada en la que se alertaba de que había un hombre herido tras el tiroteo y que sangraba de forma abundante. Poco después se ha confirmado que la víctima había fallecido en el lugar del incidente.

Restos de sangre en la zona del tiroteo en la gasolinera

Restos de sangre en la zona del tiroteo en la gasolinera / Tomás Alonso / Europa Press

Investigado y de baja

El policía fallecido se encontraba inmerso en una investigación de Asuntos Internos por la que se le había retirado el arma, según ha explicado la Policía Nacional. Además, estaba de baja psicológica y desde el pasado martes, 18 de abril, había pasado a segunda actividad por insuficiencia de aptitudes psicofísicas. La situación estaba pendiente de notificar.

En la mañana de ayer se personó en la comisaría gallega en la que estaba destinado hasta su baja para realizar un trámite administrativo en relación con su situación laboral. Posteriormente se dirigió a los vestuarios donde tiene su taquilla, momento que aprovechó para sustraer el arma de otro policía forzando el armario donde estaba guardada.

Al percatarse este agente de la sustracción de su pistola se puso en marcha un amplio dispositivo para su localización, ya que se tenía la certeza de que el ahora fallecido era el responsable del robo y que había huido por carretera en un vehículo.

Demanda sindical: más armeros y vigilancia de la salud mental

El fallecimiento de este agente ha provocado la reacción de Sindicato Unificado de Policía (SUP), el mayoritario en el cuerpo. Su portavoz en Galicia, Roberto González,  ha reclamado armeros en las comisarías, para que los agentes puedan dejar sus armas particulares o reglamentarias, cuando no estén en labores policiales, así como más vigilancia de la salud mental tras el caso del agente abatido en Burgos.

Lo ha hecho en una comparecencia ante los medios de comunicación en el exterior del acuartelamiento de Lonzas, donde el fallecido, de baja psicológica, robó, según la información facilitada del caso, un arma. Sobre este suceso, Roberto González ha manifestado que se actuó "rápido en el momento que se detectó que faltaba un arma reglamentaria de una taquilla de Lonzas". También ha admitido que ha sido una "madrugada intensa", pero ha resaltado que hubo un trabajo policial "coordinado".

Al respecto, explicó que se trabajó en varias vías, entre ellas las cámaras de tráfico, para la localización del fallecido, del que ha dicho que era una "persona enferma que tenía unas cuestiones judiciales", en referencia a la investigación por narcotráfico. Así, ha insistido en sus "problemas psicológicos" lo que, ha añadido, "te lleva a hacer cosas que no son cabales".

Consternación entre los compañeros

Sobre la situación del agente, ha afirmado que ya no era "policía nacional en activo" porque estaba "suspendido provisionalmente de funciones" con una resolución "firmada de pase a segunda actividad". "Muchos compañeros están consternados", ha añadido sobre el tiempo que pasó en la comisaría coruñesa y en el área de Seguridad Ciudadana.

Sobre el robo del arma, ha apostillado que "no es habitual" que desaparezca una y ha calificado de "óptimas" las medidas de seguridad existentes. No obstante, ha reclamado que haya "armeros" en las comisarías, instalados con un sistema de videovigilancia y de forma que no se puedan abrir "de forma fácil". "Eso reduciría situaciones de este tipo", ha argumentado frente al depósito actual de las mismas en taquillas.

Por otra parte, ha lamentado lo sucedido y ha asegurado que hoy es "un día triste para la Policía Nacional". También ha trasladado el pésame a los familiares y amigos del fallecido. En cuanto a sus demandas en materia de vigilancia de la salud mental, ha resaltado los avances, pero ha considerado que se debe seguir trabajando.