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Caso Diana Quer: “El Chicle” y los 500 días de búsqueda

La agresión frustrada a una joven de Boiro en Navidad de 2017 delató a José Enrique Abuín Gey, “El Chicle” | Ya detenido, confesó que mató a Diana Quer, de 18 años, y mantuvo su cuerpo oculto en un pozo 500 días

José Enrique Abuín Gey, de 42 años, casado, padre de una menor y vecino de la localidad coruñesa de Rianxo, se incorporó a la historia de la crónica negra española como “El Chicle” el última día de 2017. El hombre que mató a la joven madrileña Diana Quer, de 18 años, y mantuvo su cuerpo oculto en un pozo durante casi 500 días, llevó aquella jornada de Fin de Año a la Guardia Civil hasta la nave de una antigua fábrica de gaseosas en Asados, a poco metros del domicilio de sus padres, donde escondía el horror cometido. Una desaparición que mantuvo en vilo a la familia de la víctima, a los vecinos del Barbanza y a toda España.

El 22 de agosto de 2016 Diana Quer López-Pinel bajó a las fiestas del Rosario de A Pobra, localidad en la que veraneaba con su hermana y su madre. Ésta se ofreció a ir a buscarla, pero la joven no quiso. Su rastro se pierde camino al chalé, cuando ella misma chatea con un amigo de Madrid: a las 02.42 de la madrugada: “Me estoy acojonando, un gitano me estaba llamando”. Su interlocutor pregunta “¿Y qué te ha dicho?” a lo que Diana contesta: “Morena, ven aquí”. Fue el último mensaje de Diana. A continuación su amigo le pregunta: “Y qué le has dicho?” y se observa un doble “tick” pero Diana no contesta.

Las acusaciones sostuvieron desde entonces que, igual que en el caso de Boiro, Abuín la siguió con su coche un rato y tras abordarla con el “Morena ven aquí”, le quitó el teléfono móvil, la metió en el maletero y la llevó a la nave de Asados. Allí y durante casi una hora la tuvo a su merced y la agredió sexualmente hasta que finalmente la estranguló y la tiró al pozo para borrar los rastros de la violación.

Acto en memoria de Diana Quer en la Iglesia de Santiago en A Pobra do Caramiñal Noé Parga

Un mes antes de su arresto, la Guardia Civil había estado a punto de detener a “El Chicle” cuando la investigación concluyó que era sin ninguna duda el autor del secuestro y la muerte de Diana Quer. Sin embargo, ante la falta de una prueba definitiva mantuvieron su vigilancia con la intención de encontrar el cuerpo de la joven.

José Enrique Abuín Gey se sabía sospechoso de la desaparición de la joven madrileña y trató de sonsacar a algunos guardias civiles que conocía datos de la investigación. Bravucón como siempre, hasta se permitió opinar: “Si la policía fuera más espabilada ya sabría donde está Diana”. Pero el 25 de diciembre de 2017 se arriesgó con otra agresión sexual que le salió mal. El frustrado secuestro de una joven en Boiro llevó a precipitar su arresto con el refuerzo de una treintena de agentes de la Unidad Central Operativa, trasladados desde Madrid.

La víctima que logró salvarse y que recibió ayuda de dos jóvenes cuando “El Chicle” la metía en el maletero de su coche, lo describió perfectamente con la forma de sus dientes y aportó varios números de la matrícula de su vehículo y sus características. Pero no fue lo único, grabó la agresión que sufrió y las palabras de su captor en un audio en su teléfono móvil. Se trataba del mismo modus operandi que en el caso de Diana y la Guardia Civil sabía quien era el autor. En mayo de 2019 le condenaron a 5 años por el rapto e intento de agresión sexual de Boiro.

Tres años después del crimen de Diana Quer comenzó el juicio contra José Enrique Abuín Gey "El Chicle"

Tres años después del crimen de Diana Quer comenzó el juicio contra José Enrique Abuín Gey "El Chicle" Agencia ATLAS

Una semana después del ataque frustrado del día de Navidad, “El Chicle” estaba detenido y el ‘caso Quer’ esclarecido, aunque no fue fácil hacer hablar al rianxeiro.

Y es que a pesar de ser sospechoso casi desde el principio, Abuín Gey había presentado siempre una coartada firme prestada por su mujer y sus cuñados para la noche del secuestro de Diana Quer. Los investigadores tienen que desmontarla, convencidos de que entonces el sospechoso puede quebrarse y confesar.

Además de detener a Abuín, la Guardia Civil arresta a su mujer, Rosario Rodríguez, también investigada en la causa. Ella había asegurado que estaba con él robando gasoil la noche que desapareció Diana y como los último análisis científicos recibidos unas semanas antes concluyen que la joven y “El Chicle” iban en el mismo coche, ella sería coautora del delito pues tendría que estar con ellos.

Primer día del juicio contra José Enrique Abuín Gey El Chicle. En primer término, Juan Carlos Quer, padre de Diana Quer Xoán Álvarez

Su cuñada le denunció en 2005 por violación y su mujer lo protegió

Prácticamente desde el inicio de las investigaciones por la desaparición de Diana Quer, José Enrique Abuín estuvo en el punto de mira de los investigadores por su pasado, en el que figura una agresión sexual a la hermana gemela de su propia esposa, Rosario Rodríguez, que tenía 17 años..

La víctima lo denunció en 2005 ante las fuerzas de seguridad que lo detuvieron por una presunta violación. Estuvo unos meses en prisión provisional, pero el caso no llegó a juicio. “El Chicle” quedó en libertad y aparentemente libre de culpa ya que Rosario no creyó a su hermana, y le protegió y le dio cobertura con una coartada.

En 2018, el Juzgado de Instrucción 2 de Noia reactivó la causa por la supuesta violación de su cuñada, al ver “similitudes en el modus operandi entre estos hechos y otros atribuidos al mismo sospechoso”.

La mujer de Abuín le retiró la coartada al declarar como investigada

El 30 de enero José Enrique Abuín declara como detenido ante la Guardia Civil. Contradice la versión que dio como testigo en noviembre de 2016 y relata una muerte accidental de la joven por atropello. Su mujer tumba la coartada de su marido al prestar declaración. Niega haber salido con él aquella noche y dice que no estuvo en A Pobra con su marido. Asegura que estaba en casa con su hija y que su esposo regresó sobre las 3 de la madrugada. Una hermana de Rosario y el marido de ésta, que convivían entonces en el domicilio de “El Chicle”, también retiran su coartada y aseguran que Rosario se quedó en la vivienda.

Los submarinistas que rescataron el cuerpo en el pozo Iñaki Abella

Abuín se queda solo en los calabozos, es 30 de diciembre por la noche y su mujer ha salido en libertad tras declarar en el cuartel de la Guardia Civil. Pasadas las 23.30 horas “El Chicle” llama a gritos a los guardias. Pide que se avise a su abogado pues quiere declarar otra vez y decir realmente donde se encuentra el cuerpo de Diana para que la familia de la joven “no sufra más”. A la una de la madrugada presta declaración y se pone en marcha la comitiva hasta la antigua fábrica de gaseosas de Rianxo.

Custodiado por la Guardia Civil y acompañados por numerosos efectivos llegan sobre las 3.40 horas a la nave abandonada de Asados, en Rianxo. Abuín indica a ras de suelo, en el sótano, un pozo de agua potable. Tiene una boca de metro y medio y lo cubre una losa de diez centímetros de grosor, imposible de mover sin la ayuda de un camión. Pero hay una arqueta de 40 por 40 que es por donde dice que tiró el cuerpo desnudo de Diana lastrado con ladrillos de hormigón por la cintura y los hombros para que no emergiera. Un equipo subacuático de la Guardia Civil recupera el cuerpo de Diana a primeras horas del última día del año. Está bien conservado y a unos 8 metros de profundidad.

La localización del cuerpo puso fin a 496 días de investigación ARCAY

Las mentiras del acusado: muerte por atropello y asfixia accidental

De asegurar que tiró el cuerpo al mar, a ocultarlo en un pozo prácticamente ilocalizable

Muerte por atropello. En su primera declaración detenido ante la Guardia Civil el 30 de diciembre de 2017, José Enrique Abuín Gey manifiestó que Diana le vio robando gasoil a los feriantes y él la atropelló de forma accidental, falleciendo en el acto.Añadió que recogió el cuerpo y lo llevó inicialmente a un descampado de la zona del polígono. Después, añadió que regresó, recogió el cadáver y lo tiró al mar en la zona de Taragoña. Algo imposible, según los investigadores, pues el cuerpo hubiera emergido ya que no hay corrientes en la zona. Aunque lo consideraban inverosímil un perro especializado buscó en la zona posibles restos biológicos con resultado negativo.

Una vez que la autopsia de Diana descarta una muerte por atropello y se hallan pruebas de que fue estrangulada, “El Chicle” cambia de versión. Declara ante el juez de Ribeira y afirma que estranguló a Diana “involuntariamente”.

Si primero manifestó haber tirado el cuerpo de su víctima al mar, lo que obligó a rastrear la zona, finalmente se ofreció a llevar a la Guardia Civil al lugar donde lo había ocultado: el pozo de agua dulce en el subsuelo de la nave abandonada de Asados que tan bien conocía, pero prácticamente ilocalizable para el resto. La madrugada del 31 de diciembre de 2017 finalizaba la búsqueda de Diana Quer, con gran satisfacción por parte de los investigadores dada la complejidad del caso, pues en 500 días no tuvieron ni cuerpo ni testigos.

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