La Policía Nacional ha detenido en Manacor a siete jóvenes -cuatro hombres y tres mujeres de entre 20 y 30 años- por retener y torturar durante dos días a un hombre de 36 años con discapacidad intelectual, al que cosieron los dedos de los pies, pusieron pegamento en la boca y tatuaron unos penes en la cara. La investigación policial sigue abierta para determinar con exactitud cómo ocurrieron los hechos.

Según las primeras informaciones recibidas por la Policía, los hechos habrían comenzado el pasado viernes, cuando la víctima, un hombre de 36 años con una discapacidad intelectual, se encontró con un grupo de jóvenes en la Plaza de España de Palma, y accedió a acompañarles al domicilio de uno de ellos, en Manacor.

El hombre permaneció allí durante dos días, al parecer retenido por el grupo. Durante este tiempo fue sometido a diversas vejaciones: le quemaron, le cosieron los dedos de los pies, le pusieron pegamento en la boca y le tatuaron dos penes en la cara.

Finalmente el hombre logró salir del domicilio del domicilio el pasado domingo, y se presentó acompañado de un familiar en dependencias policiales para denunciar lo ocurrido. La Policía abrió una investigación y durante los dos días siguientes ha detenido a siete personas, que habrían participado en los hechos.

Un "concurso" para un "cambio de look" extremo

El discapacitado intelectual, con una limitación del 38%, había convocado previamente un concurso-desafío en las redes sociales para un "cambio de look" extremo. El punto de encuentro de la quedada fue en la plaza de España el pasado viernes. Allí contactó con varios jóvenes, chicos y chicas de entre 20 y 30 años, y se lo llevaron a Manacor para dar rienda suelta a todo tipo de vejaciones y malos tratos aprovechándose de su agudo grado de discapacidad psíquica de la víctima.

En primer término, estos individuos travistieron de mujer a la víctima y le obligaron a que hiciera la compra así vestido en un supermercado de Manacor. Una vez que el afectado había accedido a sus deseos, los sujetos decidieron llevarle al domicilio de una de las chicas en Manacor. Al parecer, la madre de esta era conocedora de que tenían al joven retenido en su casa y le habían sometido a todo tipo de vejaciones.

Una vez en este domicilio este grupo de jóvenes sometió a la víctima a una suerte de torturas. En la frente le tatuaron tres penes. Otro tanto hicieron tatuándole pezones y sujetadores en la espalda. Asimismo le pegaron los labios con un fuerte pegamento y le cosieron los dedos de los pies con aguja e hilo. También le arrancaron las cejas y se las tatuaron.

La víctima, que también tenía problemas de movilidad y artritis en las manos, trató de huir en vano. No se lo consintieron. Le ataron con bridas mientras el afectado imploraba por que pusieran fin a su sufrimiento. Finalmente, le hicieron caminar sobre chinchetas y le permitieron salir del domicilio para que fuera a un cajero a sacar dinero para pagarles. 

Al permitirle salir de casa para sacar dinero, el afectado logró escapar y se dio a la fuga para luego pedir auxilio. 

Posteriormente, la víctima fue hospitalizada en primera instancia para ser atendida de las lesiones.