La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra celebró ayer la primera sesión de las cinco previstas para un juicio en los que trece acusados se sientan en el banquillo acusados por la Fiscalía de los delitos de integración en grupo criminal y contra la salud pública. Se trata de varios ciudadanos colombianos residentes en Madrid que en la vista han alegado que querían engañar a unos compradores de cocaína gallegos vendiéndoles cafeína.

El Ministerio Público demanda penas de entre siete años y medio y cinco años y medio de cárcel para 13 acusados de organizar la adquisición de cocaína en cantidades importantes para destinarla a su venta, una circunstancia que los acusados han negado.

Este lunes tan sólo cinco de los procesados quisieron declarar a todas las partes, incluido el fiscal, y otros cuatro sólo respondieron a las preguntas de sus abogados, mientras que los cuatro restantes se acogieron a su derecho a no declarar.

Los colombianos insistieron en que pretendían entregar a los gallegos un kilo de cafeína simulando ser cocaína a cambio de 30.000 euros. Así, uno de los acusados, Jaime Diego M.E., ha declarado ante el tribunal que "no" es "narcotraficante". "Llevo muchos años, veinte años, engañando a la gente", ha señalado, en declaraciones recogidas por Europa Press.

Igualmente, otro de los acusados, Jhon Jairo M.C., sostuvo que se dedica a este tipo de engaños y que ya tuvo varias causas abiertas en varios juzgados, fundamentalmente en Madrid, pero todas se archivaron porque ellos no trafican con ninguna droga.

Aunque ha reconocido que tanto él como otros acusados llevaban unos 13 gramos de droga como "señuelo" porque algunas veces los compradores piden probar la mercancía y pretendían decirle que era la misma que la que iba en el paquete que, en realidad, llevaba cafeína.

Luego, esa droga pretendían consumirla entre todos los implicados en el engaño en una fiesta que iban a celebrar en un piso de la localidad coruñesa de Sada en el que fueron detenidos varios de los acusados. Esa fiesta iba a celebrarse una vez que se realizase la venta de la droga falsa en el Burger King de Oleiros, también en A Coruña, en el que se llevaron a cabo varias detenciones que frustraron la venta.

Sin embargo, la Fiscalía sostiene que los acusados realmente planificaban la compra de droga por parte del grupo gallego a los colombianos afincados en Madrid.