El lucense Iván Pardo ha sido condenado a prisión permanente revisable por el asesinato de Naiara, de 8 años, quien falleció en julio de 2017 a golpes tras varias horas de maltrato y torturas en su domicilio, en la localidad oscense de Sabiñánigo. Al asesino, tiastro de la pequeña, se le considera autor de un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y minoría de edad de la víctima, por lo que ha sido condenado a la pena de prisión permanente revisable, y otro de malos tratos en el ámbito familiar, penado con otros 2 años de cárcel.

Los otros dos acusados, Nieves Pena y Carlos José Pardo Pena, madre y hermano respectivamente del asesino, han sido condenados a 2 años de cárcel cada uno de ellos por malos tratos habituales en el ámbito familiar. La condena de Iván incluye una medida de libertad vigilada, la prohibición de comunicación y aproximación a los padres de Naiara y la prohibición de residir en Sabiñánigo. En concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar a la madre de Naiara con 120.000 euros y al padre con 30.000 euros.

Naiara vivía con su madre, su padrastro y sus hermanas en Sabiñánigo. Durante dos semanas estuvo en casa de Iván y Nieves, para que la "educaran" y corrigieran su conducta y su carácter. Allí "le obligaron a permanecer de rodillas sobre ortigas, grava, granos de arroz o sal gruesa, le golpearon en brazos, piernas, espalda y cabeza, le privaron del sueño para hacer los deberes, y le humillaron colocándole una diadema con orejas de burro sobre la cabeza y le colocaron pañales. Grabaron todo con los móviles y lo transmitían a otros miembros de la familia", según recoge la sentencia.