Uno de los dos obreros que cayeron esta tarde desde la altura aproximada de un quinto piso en un andamio que estaban instalando en Novo Mesoiro falleció debido a la gravedad de las heridas que sufrió. El otro obrero, de 33 años, con iniciales R.T., está ingresado en la UCI del Complejo Hospitalario de A Coruña con traumatismo craneoencefálico y diversos golpes y contusiones, con pronóstico grave. El fallecido, de 42 años, había sufrido también golpes y contusiones y su pronóstico era reservado desde que ingresió en el centro sanitario.

El accidente se produjo alrededor de las tres de la tarde. Los operarios, de 42 y 33 años, llevaban poco tiempo encaramados en dos torres monomástil situadas en un lateral del inmueble del número 14 de la avenida Novo Mesoiro que estaban instalando en vertical para servir de soporte a las estructuras horizontales del andamio. De acuerdo con fuentes de la empresa responsable de la instalación, los anclajes de una de las torres no estaban bien fijados y se soltaron, lo que provocó la caída de las piezas al suelo y, al perder el equilibrio, también la de los obreros, que estaban entre la cuarta y la quinta planta y quedaron atrapados entre los metales desarmados del andamio.

El estruendo causado por los golpes de la estructura en la acera fue tan grande que al instante salieron a la calle decenas de personas desde varios negocios que estaban abiertos y numerosos vecinos se asomaron a las ventanas. Los más allegados, una veintena, se apresuraron al lugar del accidente para comprobar si había heridos y llamaron a las unidades sanitarias y cuerpos de seguridad. A los pocos minutos había dos vehículos de los bomberos, una grúa, patrullas de la Policía Local y ambulancias medicalizadas. El tráfico quedó parcialmente cortado en la avenida principal del barrio durante una hora.

"Un obrero estaba consciente, el otro no, y respiraba con dificultad. Los dos sangraban y tenían cortes en los brazos y la cabeza. A uno lo movimos para quitarle unos hierros de encima y taparle heridas abiertas y al otro, que estaba peor, no lo tocamos", cuenta José Caveiro, que acudió al lugar del accidente desde una cafetería situada en los bajos del edificio. "Aún me tiemblan las piernas", reconocía media hora después del suceso Alberto, que abandonó su negocio de alimentación para socorrer a los heridos. "Ayudamos a un chico que tenía un brazo hinchado y un corte alrededor de la cabeza". En su tienda, su compañera añadía que una chica le acababa de contar que una vecina había dejado atrás la esquina del edificio desde la que se había fijado en los obreros unos segundos antes de que la estructura metálica su viniese abajo.

El andamio se había empezado a colocar hacía pocos días en el lateral del edificio, según vecinos de Novo Mesoiro. Apuntan que todas las fachadas se están rehabilitando para mejorar las condiciones energéticas del inmueble y que en uno de los lados ya se habían hecho trabajos en las semanas anteriores. Ayer los obreros habían retomado su actividad al mediodía y habían almorzado en uno de los restaurantes de la avenida antes de subirse al andamio.