Un jurado popular ha declarado culpable de asesinato a la mujer que mató a su pareja y escondió su cuerpo en un bidón para luego arrojarlo al mar en Gran Canaria, así como de los delitos de estafa y apropiación indebida. La amiga que la ayudó al traslado del bidón ha quedado absuelta de cargos de encubrimiento por falta de pruebas.